Actualizado 25/10/2006 08:10

Panamá.- Banderas a media asta en el país por las víctimas del accidente de autobús y de los medicamentos intoxicados


PANAMÁ, 25 Oct. (EP/AP) -

El presidente de Panamá, Martín Torrijos, ordenó el miércoles que la bandera ondee a media hasta en señal de duelo durante dos días, por la muerte de 18 personas calcinadas en un autobús que se incendió en la capital y por el fallecimiento reciente de al menos otras 32 que tomaron medicamentos contaminados.

Torrijos decretó que el miércoles y jueves serán días "de reflexión nacional por las pérdidas humanas en los recientes hechos trágicos". Y ordenó que la bandera panameña sea "izada a media asta como expresión de luto por las tragedias ocurridas", dijo un comunicado de la presidencia.

En un autobús que se incendió el lunes murieron 18 personas debido a quemaduras en el cuerpo. Las autoridades forenses dijeron que algunos cuerpos quedaron prácticamente carbonizados. "Las personas no pudieron escapar del vehículo que comenzó a incendiarse en la parte delantera y no tenía salida de emergencia", señalaron

Hasta el momento, se han identificado 16 cadáveres, de un total de 13 mujeres, dos niños y tres hombres. Otros dos cadáveres, un hombre y una mujer, no habían sido reconocidos aún. El incidente dejó una treintena de heridos, la mayoría fueron dados de alta, pero todavía siguen dos en estado grave.

En otro episodio trágico al menos 32 personas han muerto por la contaminación de varios medicamentos elaborados por la estatal Caja de Seguro Social. Los primeros seis fallecidos se conocieron hace 23 días y desde entonces el número de víctimas fue aumentando.

Las muertes fueron consecuencia de la toxicidad provocada por el químico 'dietileneglycol' que contaminó un lote de fármacos, entre ellos un jarabe sin azúcar expectorante y para la tos recetado a personas diabéticas.

En total se reportaron 79 casos por el llamado síndrome de insuficiencia renal aguda. Unas 43 personas están hospitalizadas y otras cuatro se atienden ambulatoriamente.

Las autoridades han recolectado más de 2.300 frascos de los medicamentos contaminados, y se han atendido a unas 24.000 personas, que han llegado a diversos centros de salud para hacerse el examen de creatinina. Esta prueba busca confirmar o descartar cualquier daño renal en personas que consumieron esas medicinas adulteradas.

Una sociedad anónima local es investigada por haber vendido a la Caja de Seguro Social unos insumos que se utilizaron en la elaboración de esos medicamentos, y hay cuatro personas detenidas hasta el momento.