Actualizado 24/06/2008 01:59

Paraguay.- Duarte presenta su renuncia anticipada para poder jurar su cargo como senador

ASUNCIÓN (Reuters/EP)

El presidente saliente de Paraguay, Nicanor Duarte, presentó esta mañana en el Congreso su renuncia al cargo con casi dos meses de anticipación, con la intención de que el Legislativo la acepte para poder jurar como Senador la próxima semana.

Duarte, quien debía entregar la presidencia el 15 de agosto a su sucesor, Fernando Lugo, acudió personalmente al Congreso junto a sus principales colaboradores para hacer entrega del texto de dimisión al titular del Congreso, Miguel Saguier.

"Me dirijo a Vuestra Excelencia para presentarle mi renuncia como presidente de la República del Paraguay solicitando se someta al Congreso para su aceptación," expresó en la nota.

Saguier convocó para el martes una sesión conjunta de las cámaras de Diputados y Senadores para aprobar o rechazar la renuncia, aunque varios opositores adelantaron que no asistirán a la cita, en un intento por frenar las aspiraciones de Duarte de jurar como senador, cargo para el cual fue electo en los comicios de abril.

Los partidos Liberal, Patria Querida, Encuentro Nacional y País Solidario y al menos un oficialista planean dejar la sesión sin quórum para evitar que Duarte pueda jurar como senador.

El nuevo Congreso entrará en funciones el 1 de julio. Si el hoy presidente Duarte sigue ocupando la presidencia se vería imposibilitado de asumir su escaño, pues la Constitución prohíbe la superposición de funciones.

Pero si el Congreso acepta la renuncia, el actual vicepresidente Francisco Oviedo, quien no fue electo para el cargo sino que fue designado tras la renuncia de Luis Castiglioni a finales de 2007, asumirá la presidencia durante el período de transición.

En un mensaje dirigido a la nación después de presentar su renuncia, Duarte dijo que su decisión de ocupar un escaño en el Senado "no responde a una búsqueda de blindaje" o de ampararse en fueros para no enfrentarse a procesos judiciales.

"Mi determinación es sumar, contribuir a una gobernabilidad democrática, servir a los intereses de la nación (...) el no tratamiento de mi renuncia sería un incumplimiento de los deberes y atribuciones del Congreso Nacional," agregó en el discurso, en el que enumeró sus logros como gobernante.

El mandatario está siendo investigado por el origen dudoso de los fondos para financiar su campaña para la presidencia, investigación que podría concluir en un proceso judicial.

Los detractores de Duarte sostienen que no debió ser candidato a senador porque la Carta Magna lo obliga a dedicarse exclusivamente a sus funciones y porque la Constitución ya prevé que ocupe un escaño en la Cámara Alta.

En Paraguay, todos los presidentes que dejan el cargo se convierten en senadores vitalicios con voz pero sin voto en las deliberaciones de la asamblea.

GESTION

Si el Congreso acepta la renuncia, el actual vicepresidente Francisco Oviedo asumirá la presidencia durante el período de transición. Solo el partido Unace, liderado por el general retirado Lino Oviedo, pactó con el presidente la asistencia de sus legisladores a la reunión del martes.

"Alguna vez este señor tiene que respetar la Constitución y entregar el mando cuando ésta lo dice. El no quiere ser el presidente de la derrota, el que entrega la banda presidencial (a un opositor), por eso renuncia antes," dijo el senador Alfredo Ratti, del centroderechista Partido Patria Querida.

El presidente es señalado por sus propios correligionarios como uno de los principales responsables de la caída del Partido Colorado, que cederá el poder por primera vez en más de seis décadas tras perder las elecciones frente a la alianza centroizquierdista encabezada por el ex obispo católico Lugo.

Duarte, quien era visto como una fuerza renovadora en su partido de corte conservador, asumió el Gobierno con un índice de popularidad cercano al 70 por ciento, según varios sondeos, pero acabó con un alto rechazo a su gestión.

Durante su mandato buscó modificar la Constitución para que lo habilite a presentarse a un segundo período, pero sus planes se frustraron tras la negativa de una mayoría en el Congreso que lo acusó de llevar adelante un Gobierno autoritario y de violar en forma sistemática la Constitución.

El presidente impulsó también una criticada reforma de la Corte Suprema de Justicia, promovió una reforma fiscal, firmó acuerdos con el Fondo Monetario Internacional y criticó con frecuencia a la prensa.

"Nicanor mantuvo un Estado corrupto que desalienta el trabajo honrado. Articuló el poder y su intención de continuismo en base al Estado sinvergüenza, o sea, un Estado corrupto e ineficiente," dijo el sociólogo José Carlos Rodríguez al diario local Ultima Hora.

"Comenzó bien y terminó mal," opinó por su parte el economista Aníbal Insfrán.

"Los primeros años hasta principios del 2006 se avanzó en varios elementos importantes (...) cuando Nicanor se preocupó más por el tema político, no se avanzó en las reformas estructurales del Estado," señaló.