ASUNCIÓN, 29 Ago. (EUROPA PRESS) -
Los enviados del secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, han llegado este martes a Asunción para acordar con el Gobierno de Federico Franco los detalles de la misión de acompañamiento y observación que el bloque regional enviará a las elecciones generales del próximo 21 de abril.
Según ha informado el bloque regional en un comunicado, los integrantes de esta primera delegación de la OEA son el jefe de Gabinete de la Secretaría General, Hugo de Zela, y el secretario de Asuntos Políticos, Kevin Casas-Zamora.
El propósito de la estancia de los dos diplomáticos en la capital paraguaya es que "se familiaricen al máximo con la situación en el país sudamericano y tomen contacto con sus principales actores políticos y sociales".
A su llegada, De Zela y Casas-Zamora se han reunido con el presidente paraguayo, Federico Franco, y con su ministro de Exteriores, José Félix Fernández, quienes han aseverado que "el Gobierno dará todas las garantías para que continúe la tradición de las últimas elecciones y sean libres y limpias".
El canciller, por su parte, ha explicado que los diplomáticos se encuentran en el país para "dar continuidad" al informe elaborado el pasado mes de julio por Insulza tras su visita a Paraguay para recabar información sobre el antes y el después de la crisis política.
"Esta es una misión de acompañamiento y observación, como ha asistido en todas las últimas elecciones generales y su objetivo es seguir observando lo que sucede en Paraguay hasta las elecciones generales de 2013", ha dicho Fernández, según informa prensa presidencial.
Además, ha adelantado que, aunque la composición de la misión de la OEA todavía se desconoce, "es casi seguro que su jefe será el ex presidente de Costa Rica y premio Nobel de la Paz, Óscar Arias, una figura de relieve en el continente latinoamericano".
El Consejo Permanente de la OEA decidió enviar una misión de acompañamiento y observación a los próximos comicios paraguayos en la sesión extraordinaria que celebró hace una semana para analizar la situación en el país sudamericano tras la destitución de Fernando Lugo como presidente del mismo.
Con ello, atendió las recomendaciones del informe de Insulza y la petición del Tribunal Superior de Justicia Electoral (TSJE) de Paraguay, que emitió una resolución en la que insta al Gobierno a solicitar a la organización regional el envío de una misión de acompañamiento y observación.
CRISIS POLÍTICA
Lugo fue destituido el 22 de junio tras un fugaz juicio político celebrado en el Senado por mal desempeño de sus funciones. El detonante fue la muerte de 17 personas en los enfrentamientos entre campesinos y policías del 15 de junio en la localidad de Curuguaty, ubicada en el departamento de Canindeyú (sureste).
Lugo ha denunciado que, a pesar de que dicho procedimiento de destitución está contemplado en la Constitución paraguaya, fue un "golpe de Estado express" porque no se respetó su derecho a la defensa, ya que apenas se le concedieron 24 horas para preparar su alegato.
Por su parte, Franco ha aseverado que se respetaron todas las garantías procesales, incluido el derecho a la defensa, recordando que a Lugo le sobró parte del tiempo que se le concedió para su intervención.
La destitución de Lugo también ha tenido consecuencias a nivel regional. El Mercado Común del Sur (Mercosur) y la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) han decidido suspender la participación de Paraguay hasta las elecciones generales de 2013, cuando esperan que se "restaure" el orden democrático.