Fernando Lugo
EUROPA PRESS/PRESIDENCIA DE PARAGUAY

ASUNCIÓN, 21 Jun. (EUROPA PRESS) -

El presidente paraguayo, Fernando Lugo, ha confirmado este jueves que se someterá a un juicio político, pero ha dejado claro que no presentará su dimisión porque "no existe ninguna causa valedera, ni jurídica ni política" que le obligue a separarse del cargo para el que fue electo hace cuatro años.

Lugo ha hecho este anuncio poco después de que la Cámara de Diputados aprobara un juicio político en su contra por los hechos ocurridos el pasado 15 de junio en la localidad de Curuguaty, ubicada en el departamento de Canindeyú (sureste), donde 17 personas murieron en enfrentamientos entre campesinos y policías.

"Este presidente anuncia que no va a presentar renuncia al cargo y que se somete con absoluta obediencia a la Constitución y las leyes a enfrentar el juicio político con todas sus consecuencias", ha dicho Lugo en un mensaje a la nación.

"No existe ninguna causa valedera, ni jurídica ni política, que me haga renunciar" al juramento que hizo el 15 de agosto de 2008 cuando asumió el poder, ha sentenciado Lugo, al reconocer que ese país atraviesa un "momento sensible para la vida democrática" debido, en parte, a que la "tensión" se ha convertido en un "elemento dominante".

La propuesta de someter al exobispo Católico a un juicio político --presentada el miércoles por opositor Partido Colorado-- fue aprobada con 76 votos a favor, uno en contra y tres ausencias, gracias al apoyo contundente del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA), el segundo grupo político más poderoso de Paraguay, que también hace coalición con el Gobierno.

Como fiscales acusadores han sido elegidos Carlos Liseras, José Lopez Chávez, Jorge Avalos Mariño, Oscar Tuma y Clemente Barrios, precisaron medios locales. Según establecen las leyes, la acusación pasará ahora a manos del Senado que se encargará del juicio político contra el mandatario, cuya fecha de inicio aún no ha sido precisada.

Tras conocerse esta decisión, Lugo ha salido a desmentir los rumores de un posible desmoronamiento de su Gobierno y ha denunciado que, con estas acciones, la "voluntad" de los paraguayos que le votaron "está siendo objeto de un ataque inmisericorde de sectores que siempre se opusieron al cambio y se opusieron a que el pueblo pueda participar como protagonista de su democracia".

"El pueblo no olvidará que se pretende interrumpir un proceso democrático histórico a solo nueve meses de nuevas elecciones generales, violando lo más significativo que tiene la democracia", ha reiterado.

En este sentido, Lugo ha exhortado al Parlamento a "agotar esfuerzos para evitar procedimientos que puedan ser contrastados por la historia y la ciudadanía, y a cumplir con trámites y plazos constitucionales". También pide que se le garantice en todo momento el derecho a tener "una justa y legítima defensa".

LOS DISTURBIOS

El pasado viernes, 17 personas murieron --once campesinos y seis policías-- en los enfrentamientos que se produjeron durante el desalojo de la finca Morumbí, propiedad del exsenador del Partido Colorado Blas Riquelme, que fue ocupada hace tres semanas por un centenar de campesinos para protestar por la escasez de tierras agrícolas.

El suceso ha generado una gran polémica en el país suramericano, hasta el punto de que ha provocado la dimisión del ministro del Interior, Carlos Filizzola, y del comandante de la Policía, Paulino Rojas, que ha sido aceptada por Lugo.

Desde hace años, los campesinos del sureste de Paraguay exigen al Gobierno una distribución equitativa de las tierras de labranza, denunciando que la mayoría de las fincas productivas están en manos de los conocidos popularmente como 'brasiguayos', terratenientes brasileños que han conseguido la nacionalidad paraguaya.

Lugo anunció el miércoles la creación de una comisión para investigar lo ocurrido en Curuguaty con el apoyo a la Organización de los Estados Americanos (OEA).

Más noticias