Actualizado 14/08/2008 19:16

Paraguay.- Lugo, el "obispo de los pobres" que toma las riendas del país tras más de 60 años de gobiernos conservadores


ASUNCION, 14 Ago. (Reuters/EP) -

Derrotó en las urnas al partido más antiguo en el ejercicio del poder en Sudamérica, recibió una histórica dispensa del Papa y será protagonista de una inédita alternancia pacífica en su país. Con sólo tres años de experiencia política, Fernando Lugo batirá todos esos récords cuando asuma la presidencia paraguaya, en medio de una fiesta popular y una expectativa que se extendió a todo el continente.

La llegada de Lugo al sillón del palacio de los López, sede del Gobierno, comenzó a gestarse cuando el entonces obispo católico abandonó su diócesis tras declararse impotente para dar respuesta a las necesidades de una población cada vez más pobre y desplazada.

Meses después, su nombre sonaba como postulante al cargo después de que miles de personas lo aclamaran durante una marcha de protesta contra el mandatario saliente, que marcó el inicio de una carrera meteórica hacia la presidencia.

El paso siguiente fue renunciar a su condición de obispo, una decisión que irritó al Vaticano que lo suspendió en funciones por tiempo indeterminado y le pidió recapacitar. Pero el sancionado sacerdote de 57 años siguió adelante con sus planes, transformándose en el líder de una coalición variopinta de partidos y movimientos sociales, que mezcló a liberales, socialistas, organizaciones campesinas, sindicales y estudiantiles.

El 20 de abril, Lugo se convirtió en el presidente electo que quebró la hegemonía de más de seis décadas ininterrumpidas en el poder del conservador Partido Colorado, tras ganar las elecciones con cerca de un 40 por ciento de los votos.

"La victoria de Lugo fue un grito contra el continuismo de la ineficacia y la corrupción desvergonzada", afirmó la analista Estela Ruiz Díaz en el diario 'Ultima Hora'. "Fue un pedido de auxilio contra el sectarismo de un partido que manejó el país privilegiando a un grupo que se enriqueció a costa del pueblo", agregó.

HISTORICA DISPENSA

La elección de Lugo se tornó en un dolor de cabeza para la Santa Sede, que se vio obligada a dar marcha atrás en la sanción contra el obispo y por primera vez otorgó una dispensa papal que lo redujo al estado laical. Tras integrar un gabinete tan heterogéneo como su coalición, Lugo comenzó a delinear los principales ejes de su Gobierno, con el combate a la pobreza como eje de su mandato.

"Los pobres son la razón de mi vida", dijo recientemente durante una visita a Caracas. Formado en la Teología de la Liberación, una corriente católica progresista, Lugo se cuidó durante la campaña de no ser vinculado a la nueva ola de gobernantes de izquierda latinoamericanos que despiertan terror entre las poderosas élites de su país.

Pero tras el triunfo en los comicios se acercó a sus colegas de Venezuela, Hugo Chávez; Bolivia, Evo Morales, y Ecuador, Rafael Correa, quienes dicen buscan llevar adelante una revolución socialista en la región.

Su estilo también dio que hablar. Sandalias franciscanas de cuero y un bolso tipo morral se combinan con camisas y sacos de cuello mao para el atuendo más habitual del ex prelado, quien sólo vistió traje en dos ocasiones en su vida y admite tener una animadversión hacia las corbatas.

El viernes, Lugo será protagonista del primer cambio pacífico de signo político de Gobierno desde el surgimiento de los primeros partidos hace más de 120 años en Paraguay. "El 15 agosto asumo una responsabilidad muy grande (...) espero ejercer el poder sin olvidar mi vocación de servicio y no defraudar la ilusión y la esperanza que tiene la ciudadanía", afirmó.