Actualizado 06/08/2008 02:59

Paraguay.- El nombramiento del nuevo canciller paraguayo fractura la coalición para el nuevo Gobierno

ASUNCIÓN, 6 Ago. (Reuters/EP) -

La polémica designación del historiador Alejandro Hamed como canciller del presidente electo paraguayo, Fernando Lugo, provocó ayer la primera fractura parlamentaria en la coalición que gobernará el país desde el próximo 15 de agosto.

Lugo se enfrentará al desafío de gobernar teniendo como principal opositor a un partido que estuvo en el poder durante décadas y como líder de una alianza heterogénea que ha dado sus primeras muestras de disenso en el período de transición iniciado tras las elecciones generales de abril.

Las voces disidentes al nombramiento del embajador paraguayo en Líbano de parte del ala más conservadora de la Alianza Patriótica para el Cambio comenzaron a escucharse semanas antes, pero se agudizaron tras la propuesta de un veto en el Congreso. La iniciativa no prosperó y fue archivada, por lo que cinco influyentes senadores del Partido Liberal -principal fuerza política de la coalición- resolvieron apartarse de la bancada.

CANDIDATO LIBERAL

"Nosotros, los liberales, tenemos que ser críticos y defender nuestras ideas. Estar en la alianza no quiere decir que tenemos que callarnos ante lo que creemos son equivocaciones del Poder Ejecutivo", comentó a los periodistas el senador Alfredo Jaegli. Hamed "es una persona tan polémica que no puede servir de canciller", agregó.

El futuro ministro fue investigado por expedir visas sin autorización durante la guerra que enfrentó a Israel con la guerrilla libanesa de Hezbolá hace dos años, pero una jueza desestimó la denuncia poco antes de su confirmación como parte del gabinete. Según informaciones de la prensa, la designación de Hamed, un descendiente de sirios con estrechos vínculos con la comunidad árabe asentada en la zona de la Triple Frontera entre Paraguay, Brasil y Argentina, habría sido también objetada por Estados Unidos.

Lugo, un ex obispo católico de ideas socialistas, asumirá la presidencia para los próximos cinco años luego de haber derrotado en las urnas al conservador Partido Colorado, que gobernaba Paraguay desde 1947.