Actualizado 13/02/2007 22:00

Paraguay.-La oposición da un mes al ex obispo Fernando Lugo para decir si se une a la alianza contra el Partido Colorado


ASUNCIÓN, 13 Feb. (EP/AP) -

La oposición paraguaya ha dado 30 días de plazo al ex obispo y candidato a la Presidencia del país, Fernando Lugo, para definir si formará parte o no de la alianza que en las elecciones del próximo año intentará poner fin a 60 años del Partido Colorado en el poder.

El gobernador del departamento Alto Paraná, Gustavo Cardozo, explicó hoy en rueda de prensa que "monseñor Lugo debe tomar una decisión política porque los plazos para estructurar la Concertación Nacional con todas las demás agrupaciones opositoras se acortan". "La mesa directiva de mi partido dará 30 días a monseñor Lugo para que se incorpore o no a la coalición", señaló.

Cardozo, dirigente del partido Liberal Radical Auténtico (PLRA), la principal formación del bloque no oficialista en Paraguay, realizó estas declaraciones tras reunirse con el presidente del país, Nicanor Duarte, a quien solicitó que el Gobierno asfalte una ruta nacional que une el Alto Paraná (en la frontera con Brasil) con el departamento Itapúa (en la frontera con Argentina) para "comenzar a agilizar el movimiento terrestre por el Mercosur".

Sin embargo, el movimiento político Tekojoja (en guaraní significa Todos Juntos), que sustenta la candidatura presidencial del ex obispo, explicó a través de su portavoz, Aníbal Carrillo, que no están "de acuerdo con las votaciones a padrón abierto para la designación del candidato opositor". "Queremos un acuerdo político de adhesión a monseñor Lugo", apuntó.

Por otra parte, el ex obispo comentó que no es "de izquierda ni de derecha", sino que está "en el medio", en relación a su orientación política. No obstante, el influyente diario local 'ABC' destacó en un editorial que llama la atención el interés de Lugo de crear "un ejército del pueblo esencialmente politizado" que podría permitir la actuación de bandas armadas "como las formadas por quienes practican la lucha social".

El rotativo sentencia sobre el programa del ex obispo: "Es una versión más, increíblemente, de un sueño que ya murió en el mundo, aquello que por años se llamó a sí mismo 'la dictadura del proletariado'".