MADRID, 11 May. (EUROPA PRESS) -
El partido del expresidente de Burkina Faso Blaise Compaoré, el Congreso para la Democracia y el Progreso (CDP), ha elegido a su actual líder, Eddie Komboigo, como candidato para las elecciones presidenciales previstas para el 22 de noviembre de este año.
Komboigo era uno de los tres miembros del CDP que se habían postulado a la nominación, junto a Yaya Zoungrana y Mahamadi Koanda --quien retiró su candidatura en el último momento tras considerarse incompleta--, según ha informado el portal de noticias Burkina 24.
Así, el actual presidente del CDP se ha impuesto con 133 respaldos, por los 21 de Zoungrana, si bien la designación definitiva queda en manos del propio Compaoré, quien es presidente de honor del partido y quien se encuentra en el extranjero desde su salida del poder en 2014.
En sus primeras declaraciones, Komboigo ha hecho hincapié en la necesidad de mantener la unidad del partido, obtener recursos para la campaña y pergreñar una estrategia electoral de cara a las presidenciales.
"A partir de ahora debemos evitar incrementar nuestras diferencias en público. El tiempo apremia y no tenemos más tiempo que perder", ha dicho, al tiempo que ha reconocido que "el desafío es enorme" y que "requiere que todos los militantes del CDP empiecen a trabajar para la reconciliación en sus corazones".
"Me comprometo a conducir al partido a la victoria", ha manifestado, mientras que Zoungrana ha indicado poco después que "está a disposición del partido". "Las ideas que tengo está a disposición de mi joven hermano", ha apuntado, en referencia a su apoyo a Komboigo.
El expresidente Compaoré huyó durante la revuelta que terminó expulsando del poder y sobre él pesa una orden de arresto internacional por el asesinato en 1987 del entonces presidente Thomas Sankara, por lo que no iba a presentarse a las presidenciales.
Sankara, un revolucionario marxista conocido como 'el Che Guevara africano' que presidió el país entre 1983 y 1987, fue asesinado tras el golpe de Estado encabezado por Compaoré, quien permaneció en el poder hasta octubre de 2014.
Las elecciones tendrán lugar en medio del incremento de los ataques yihadistas en el país, obra tanto de la filial de Al Qaeda como de la de Estado Islámico en la región, que han provocado además un repunte de la violencia intercomutaria.
Estos sucesos han hecho florecer grupos de autodefensa, a los que el Gobierno burkinés ha sumado en los últimos meses a voluntarios para que ayuden en la lucha antiterrorista. Más de 800.000 personas se han visto desplazadas en el país como resultado de todo ello.