Actualizado 01/02/2019 15:48

¿Qué pensaría Hugo Chávez sobre Nicolás Maduro y la actual Venezuela?

A giant mural depicting late Venezuelan President Hugo Chavez is seen on a build
REUTERS / CARLOS GARCIA RAWLINS - Archivo
 

   CARACAS, 1 Feb. (Notimérica) -

   ¿Qué pensaría Hugo Chávez si viera la actual realidad de Venezuela? Seguro que es una de las preguntas que más se hacen muchos de los ciudadanos chavistas --de dentro y de fuera de Venezuela--, los mismos que veneraron al 'comandante' durante sus años como líder del país petrolero. Las semejanzas generales entre la situación que vive el país hoy en día y la que Venezuela vivía la década previa a la llegada del chavismo de Chávez --y por las que él mismo luchó por erradicar--, son notables: pobreza, violencia e inestabilidad política.

La llegada de Hugo Chávez al poder en 1999 supuso un cambio del rumbo para la nación venezolana, la cual se veía inmersa en una crisis económica --derivada del 'boom' petróleo y la desigualdad-- y un hartazgo social por la inestabilidad política imperante en el Estado tras cuarenta años de liderazgo político basado en el sistema bipartidista y bonominal --sistema electoral que contempla dos candidatos por circunscripción y distrito y favorece partidos o coaliciones--.

   Antes de la llegada de Chávez al poder, la pobreza alcanzaba al 60 por ciento de la población, y la extrema pobreza al 40 por ciento, mientras que los niveles de violencia que acechaban al país habían dejado cerca de 8.000 víctimas, entre fallecidos y desaparecidos. Las constantes violaciones de derechos humanos y la inseguridad llevó a que los venezolanos, pobres y hartos de la situación, salieran en manifestación en el año 1989 y protagonizaran uno de los acontecimientos clave en la historia de Venezuela: el 'Caracazo'.

   La brutalidad con la que fue reprimida, falleciendo en torno a 300 personas y registrándose miles de heridos, un hecho que, paradójicamente, recuerda a la actual situación del país liderado por el chavismo de Nicolás Maduro, puso aún más de manifiesto un clima de descontento popular que llevó a que, en el año 1992, sucedieran dos intentos de golpe de Estado --uno en febrero y otro en noviembre-- contra el presidente Carlos Andrés Pérez.

   En el primer caso, Hugo Chávez Frías fue partícipe y, tras aparecer en televisión anunciando la rendición del grupo militar, consiguió aumentar su popularidad entre muchos venezolanos, especialmente de bajos recursos, que se veían especialmente afectados por las medidas económicas. Tanto él como el resto de militares partícipes fueron hallados culpables de rebelión y encarcelados, aunque sobreseídos posteriormente por el Gobierno de Rafael Caldera en 1994 para tener una alianza con grupos políticos de izquierdas que apoyaron el golpe y así mantener su gobierno.

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   El 6 de diciembre de 1998, Hugo Chávez fue electo presidente de Venezuela, con el 56,5 por ciento de los votos, con la promesa de cambiar la constitución de 1961 por medio de un proceso Constituyente, y de hecho lo logró, siendo ratificada la Constitución de Venezuela de 1999 un año después. Ese mismo año, Chávez conoció al sociólogo y economista alemán Heinz Dieterich, quien posteriormente sería su asesor y, además, quien ideó el 'Socialismo del siglo XXI', un concepto político que hizo suyo el líder bolivariano con cuatro ejes principales: el desarrollo democrático regional, la economía de equivalencias, la democracia participativa y 'protagónica' y las organizaciones de base.

   Tal y como el mismo Dieterich indica en una entrevista a 'BBC Mundo', Chávez "diseña un modelo [en base al 'Socialismo del siglo XXI'] que funciona hasta el año 2010 y que se basa en un barril de petróleo a 120 dólares y en la coexistencia con la burguesía", un modelo que podía desarrollarse en un momento de estabilidad y auge económico, pero que "empieza a hacer aguas cuando la economía mundial cambia". La falta de reformas estructurales necesarias para un Estado moderno" en Venezuela, así como "no habiendo formado jóvenes con ética política y sin haber creado un partido conductor del proceso", todo se desvanece.

   Y es que el proyecto político de Chávez, profundamente cristiano, careció del desarrollo y de la "transición" que el chavista tenía ideada. De hecho, el mismo líder indicó en su último programa de gobierno, el Plan de la Patria (2012) que "la formación socio-económica que todavía prevalece en Venezuela es de carácter capitalista y rentista", distando de la nueva economía socialista, que debe construirse "sobre la base de un amplio sustento público, social y colectivo de la propiedad sobre los medios de producción" y generar "relaciones de producción e intercambio complementarias y solidarias".

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   A pesar de que antes de su muerte Chávez eligió a Nicolás Maduro como sucesor, lo que hace pensar que compartía el ideal y el proyecto político con su antecesor, el desarrollo del mismo no ha seguido las mismas pautas. La llegada de la crisis económica supuso una importante grieta en los planes del chavismo, en especial por la falta de soporte económico con el que sostenerse. Sin embargo, el mayor deterioro según Dieterich tiene que ver con el propio Maduro: "se deteriora totalmente pues gira en torno a un eje: mantenerse en el poder".

   "Maduro desconoce las señales de la realidad como, por ejemplo, la derrota parlamentaria de 2015, la cifra de inflación indetenible y el creciente aislamiento. Al no entender esos parámetros que muestran que el modelo está seriamente enfermo y hay que cambiarlo, entonces la espiral hacia abajo termina en lo que ahora vemos: la salida de Maduro", dice al citado medio el exasesor de Chávez. ¿Cómo habría enfocado la crisis económica Chávez? ¿Hubiera renunciado Hugo Chávez a la Presidencia de verse en la situación de Maduro?

   Se trata de preguntas que, si bien no tienen solución, hacen plantearse el posible devenir de Venezuela y de la región latinoamericana, pues no puede obviarse el hecho de que junto a Chávez se dio una alianza de "izquierdas latinoamericanas" que, perjudicadas por la imagen del proyecto chavista, entre otras cosas, han perdido prestigio y poder en todo el territorio y, en especial, a nivel internacional. Es el caso de los Kirchner en Argentina, Rafael Correa en Ecuador o Lula Da Silva en Brasil, cuyos gobiernos e ideologías han sido fuertemente atacados por los partidos de corte neoliberal.

   Independientemente del fallido Gobierno de Nicolás Maduro, Dieterich considera que desde Estados Unidos han visto "una victoria barata en América Latina", ya que los estadounidenses ven en ello una oportunidad de ampararse en la lucha por la democracia y apuntar un tanto al a Donald Trump. "Así arreció la política contra Maduro. Le confiscan Citgo, le bloquean el financiamiento y amenazan militarmente con la alianza con Colombia y Brasil. Entonces, queda completamente claro que Maduro no tiene salvación porque Europa, Estados Unidos, Japón y los países importantes sudamericanos se unen a esa agresión.