Actualizado 05/08/2009 23:22

PERFIL-Ahmadinejad, el hombre que nunca deja de sorprender

Por Parisa Hafezi

TEHERAN (Reuters/EP) - Criticado por Occidente por sus políticas de línea dura y rechazado por muchos en su país por una elección que sus oponentes llamaron "una peligrosa farsa", Mahmoud Ahmadinejad aún parece poder sorprender tanto a sus enemigos como partidarios.

El principal as bajo la manga que Ahmadinejad, de 53 años, ha mantenido durante su carrera política es que sus oponentes lo han subestimado consistentemente, lo que le ha dado más espacio para consolidar su poder.

Su reelección para un segundo período presidencial, que comenzó el miércoles, no vino sin costos. Una disputa política, la peor en 30 años, ha convulsionado a Irán desde la votación del 12 de junio.

Los resultados, que los candidatos líderes derrotados reformistas y moderados Mirhossein Mousavi y Mehdi Karoubi dijeron que fueron manipulados para asegurar la victoria de Ahmadinejad, provocaron violentas protestas y una profunda división dentro de la élite clerical y política de Irán.

No fue la primera vez que Ahmadinejad, el hijo de un herrero y ex miembro de la Guardia Revolucionaria, había desafiado las predicciones.

Era una figura desconocida cuando fue nombrado alcalde de Teherán en el 2003, y ni siquiera era prominente cuando derrotó al poderoso ex presidente Akbar Hashemi Rafsanjani en unas elecciones presidenciales de segunda vuelta el 2005.

En su primer período en el cargo, Ahmadinejad provocó el enojo de la comunidad internacional con su feroz retórica contra Estados Unidos e Israel, su desafiante postura sobre el programa nuclear de Irán, y persistentes cuestionamientos al Holocausto.

¿ENFOQUE AGRESIVO?

Ahmadinejad acusó el lunes a algunos países occidentales de ser "egoístas y entrometidos" respecto a la elección, mostrando un enfoque más agresivo hacia Occidente en su segundo período.

Cuando fue alcalde de Teherán, restringió libertades sociales y revocó muchas de la reformas introducidas por los reformistas moderados que administraron la ciudad antes de él.

Ahmadinejad, un hombre pequeño que usa camisas de cuello abierto y una chaqueta cazadora, se aprovecha de su origen y estilo de vida modestos.

Nacido en la aldea agrícola de Aradan, ubicada a 100 kilómetros al sureste de Teherán, se mudó a la capital con su familia cuando era un niño pequeño. Estudió ingeniería y ha alternado entre la enseñanza y puestos administrativos.

Su campaña se enfocó en la pobreza, la justicia social y la redistribución de la riqueza dentro de Irán.

Había prometido llevar la riqueza que genera el petróleo a la mesa de cada familia en una nación de más de 70 millones de habitantes, distribuyendo préstamos, dinero y otro tipo de ayuda para proyectos locales en sus frecuentes giras provinciales.

Sus oponentes y muchos de sus partidarios conservadores lo han criticado por su manejo de una economía exportadora de petróleo que experimentó un alza en ingresos de petrodólares bajo su mandato, un impulso que los críticos dicen que Ahmadinejad desaprovechó.

Pero el hombre que goza del total apoyo del líder supremo ayatolá Ali Khamanei tiene un camino difícil por recorrer.

La lucha de poder sólo puede dificultar la capacidad del liderazgo para enfrentar los problemas económicos de la República islámica, al igual que la disputa por su programa nuclear, que Occidente sospecha que tiene objetivos militares, no civiles como Teherán afirma.

Luego de respaldar el segundo período de Ahmadinejad el lunes, Khamenei lo elogió como "valiente, sabio y trabajador". Pero también le recomendó escuchar a sus críticos.

En un discurso que dio tras prestar juramento, Ahmadinejad dijo que el sistema clerical era lo suficientemente fuerte para resistir los desafíos domésticos e internacionales que pudiera amenazar su autoridad.

Sin embargo, hay grandes temores de que Ahmadinejad use su nuevo período de cuatro años para reprimir aún más la oposición.

Un aliado de Ahmadinejad dijo a Reuters el año pasado que era una persona vengativa, quien rara vez perdona a sus críticos. Fue citado por algunas páginas en internet diciendo "Después del juramento, les enseñaremos (a la oposición) una lección".