Actualizado 05/08/2009 22:15

Periodistas liberadas en Norcorea reciben emotiva recepción EEUU

Por Steve Gorman y Dan Whitcomb

LOS ANGELES (Reuters/EP) - Las periodistas estadounidenses Laura Ling y Euna Lee, que recibieron el miércoles una cálida recepción tras ser liberadas en Corea del Norte, dijeron que fue el amor de la familia y "gente totalmente extraña" lo que las animó a seguir adelante en el cautiverio.

Después de que el avión que las llevaba a casa se detuviera en el interior de un gran hangar en el aeropuerto Burbank, una radiante Ling, de 32 años, levantó los brazos en señal de triunfo al bajar la escalerilla del avión, mientras Lee, de 36, se agachaba para abrazar a su hija Hana, de cuatro años, a la que no había visto en cinco meses.

Acompañadas por el ex presidente Bill Clinton, que fue el artífice de su liberación, las periodistas de una televisión por cable cofundada por el ex vicepresidente Al Gore, llegaron al amanecer a este aeropuerto en los suburbios de Los Angeles.

"Damos las gracias a nuestros seres queridos, amigos y a los extraños de gran corazón que nos mostraron tanto amor y nos enviaron tantos pensamientos positivos y energía", dijo Ling, conteniéndose las lágrimas de alivio por estar en casa.

"Pudimos sentir vuestro amor todo el tiempo en Corea del Norte. Fue lo que nos hizo seguir adelante en las horas más oscuras. Es lo que mantuvo nuestra fe de que volveríamos a casa", dijo a los periodistas, parientes y amigos que las rodeaban.

Agradeció a Clinton y a su "equipo supergenial" que fueran a Pyongyang para lograr su liberación cuando se enfrentaban a la posibilidad de cumplir una pena de 12 años de trabajos forzosos tras ser detenidas cuando intentaban cruzar la frontera entre China y Corea del Norte para hacer un reportaje.

"Los últimos 140 días han sido la época más dolorosa y difícil de nuestras vidas", dijo Ling.

"Estamos muy agradecidas de que se nos garantizara la amnistía por parte del Gobierno de Corea del Norte y estamos muy felices de estar en casa y ahora sólo deseamos pasar algo de tiempo tranquilas, reencontrándonos con nuestras familias", añadió.

Aunque fue Clinton quien aseguró la liberación de las mujeres en una reunión con el líder de Corea del Norte, Kim Jong-il, el ex presidente, de forma no usual, esta vez evitó el protagonismo.

Clinton permaneció en el avión, un Boeing propiedad de su amigo el productor de Hollywood Steve Bing, durante varios minutos después de la salida de las mujeres y no se dirigió a los periodistas ni a las cámaras reunidas en el hangar.

Su silencio puede reflejar la delicada situación política que ha rodeado su misión, que ha sido descrita por Washington como privada y no relacionada con los tensos esfuerzos para recuperar las conversaciones que frenen el programa nuclear de la aislada Corea del Norte.

"Estoy muy feliz de que después de esta larga prueba, Laura Ling y Euna Lee estén en casa y se hayan reunido con sus seres queridos", dijo Clinton en un comunicado emitido por su oficina.

"Cuando sus familias, el vicepresidente Gore y la Casa Blanca me pidieron que llevara a cabo este misión humanitaria, accedí", añadió.

Ling, agradeciendo a Clinton sus esfuerzos, dijo que el ex presidente fue clave para la liberación.

"Hace 30 horas, Euna Lee y yo estábamos cautivas en Corea del Norte. Temimos que en cualquier momento nos enviaran a un campo de trabajos forzados", dijo.

"Y luego de repente nos dijeron que íbamos a una reunión. Nos llevaron a un lugar y cuando entramos por la puerta vimos de pie ante nosotras al presidente Bill Clinton", añadió.

"Nos sorprendió pero supimos al instante en nuestros corazones que la pesadilla de nuestras vidas estaba llegando a su fin. Ahora estamos aquí, en casa, libres", apuntó.