LIMA, 13 Ene. (EUROPA PRESS) -
El cabecilla del grupo terrorista Sendero Luminoso, Abimael Guzmán Reynoso, condenado a cadena perpetua a finales de 2006, cumple un "severo régimen carcelario pero en un procedimiento "civilizado", afirmó ayer el presidente peruano, Alan García.
"De manera que yo no creo que porque un ser sea monstruoso y criminal haya que ensañarse, martirizando a las personas". "No hay que colgar de las uñas a la gente durante 20 años, para eso existe un procedimiento carcelario civilizado y moderno", añadió el mandatario peruano.
Al responder a los periodistas sobre supuestos privilegios que recibiría Guzmán en una cárcel de la Base Naval del Callao, García dijo que evaluó el tema la noche del viernes con la ministra de Justicia, Rosario Fernández, según informó la agencia de noticias alemana DPA.
"Hemos analizado exactamente quiénes visitan al que fuera líder del Partido Comunista Sendero Luminoso, qué tipo de facilidades se tiene, he visto las fotos y videos y considero que todo está dentro de la normalidad", comentó.
García precisó que Guzmán se encuentra recluido en una pequeña habitación de 2,0 por 2,20 metros, con una sola cama, y "sale a un patio hasta determinada hora (seis de la tarde, diariamente), es verdad que tiene un televisor desde el 2001, pero eso no está prohibido".
Además, confirmó, que Guzmán "tiene derecho" a hacer una llamada telefónica vigilada al extranjero cada mes, punto que habría generado preocupación en el país ante la posibilidad de que el líder rebelde lo utilice para coordinar acciones terroristas en el país.
"De manera que puedo ratificarles que cualquier conexión que pueda haber entre Guzmán e integrantes del Sendero Luminoso en el exterior está limitada casi a lo imposible", aseguró García.
El mandatario peruano sostuvo además, que hasta "los más grandes criminales en Estados Unidos no sólo tienen cine y televisión, sino gimnasio y enormes parques donde salen a caminar". "Aquí (en Perú) las cosas son mucho más restrictivas, le puedo garantizar eso", añadió.
La Corte Suprema de Justicia peruana ratificó en octubre de 2006, en un fallo inapelable, la sentencia de cadena perpetua por terrorismo contra Guzmán y la cúpula senderista, entre ellos su compañera sentimental, Elena Iparraguirre.
El tribunal antiterrorista consideró que Guzmán, capturado en 1992, fue responsable de la muerte de varios civiles en acciones terroristas y de asesinatos selectivos contra dirigentes populares, autoridades civiles y miembros de las fuerzas de seguridad.