Actualizado 30/08/2006 08:23

Perú.- La compañía minera Yanakocha vuelve a operar tras un acuerdo con los campesinos sobre un caso de contaminación


LIMA, 30 Ago. (EP/AP) -

La minera aurífera Yanacocha y campesinos que la culpan de contaminar sus fuentes de agua llegaron a un acuerdo la noche del martes con la mediación del gobierno peruano, poniendo fin a protestas que paralizaron la mina por 24 horas y mantuvieron bloqueadas por seis días carreteras del norte del país.

El jefe del gabinete peruano, Jorge del Castillo, anunció el acuerdo, que desbloqueará las vías a partir del miércoles y reactivará la principal mina de oro de América Latina.

Del Castillo invitó el martes a las partes involucradas a reunirse en Lima para buscar una solución. Pero Yanacocha comunicó al gobierno que no asistiría al encuentro mientras continuara el bloqueo. A cambio, la empresa aceptó atender a reuniones con una alta comisión del gobierno que viajará a la zona el domingo.

El Gobierno peruano intentó resolver el martes el conflicto, en medio de críticas a la gestión del presidente Alan García por mostrar aparentes signos de debilidad.

Este es el primer problema serio que afronta García en apenas un mes de su segundo mandato.

En la víspera Yanacocha, que explota la mayor mina de oro de Latinoamérica, anunció la suspensión total de sus operaciones a raíz del bloqueo permanente de la carretera que conduce al asentamiento minero por campesinos de la localidad de Combayo, del departamento de Cajamarca, a 560 kilómetros al norte de Lima.

Un centenar de personas se mantuvo el martes apostada en la vía, vociferando arengas contra la minera y mostrando carteles en los que se leía "No a la minería irresponsable-destruye lagunas", entre otros mensajes.

Yanacocha, cuyo accionista mayoritario es la empresa estadounidense Newmont, vio con extrañeza la falta de acción del gobierno, que no intentó usar la fuerza policial para despejar la carretera.

Las demás mineras que operan en Perú tampoco vieron con buenos ojos que el gobierno mantuviese una actitud expectante del conflicto. Recientemente estas empresas se comprometieron a dar un aporte voluntario de unos 154 millones de dólares al año para obras sociales.