LIMA, 24 Jun. (EUROPA PRESS) -
La Corte Suprema de Justicia de Perú rechazó la petición de condena perpetua para el ex jefe de la guerrilla Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA) que había solicitado la Fiscalía, aunque aumentó su condena a 35 años de prisión, informó hoy en un comunicado el máximo tribunal peruano.
"Los magistrados sostienen que no corresponde imponer la pena de cadena perpetua para Polay, Rincón y Cumpa como lo había solicitado el representante del Ministerio Público en su recurso impugnatorio", consideró el comunicado.
El que fuera jefe del grupo guerrillero, Víctor Polay, quien mantuvo en 1996 a decenas de rehenes en la casa del embajador de Japón en Lima, fue condenado en el 2006 a 32 años de cárcel por el delito de "terrorismo en agravio del Estado," junto otros ex dirigentes, como Miguel Rincón y Lucero Cumpa.
La decisión de la Sala Penal Permanente de la Corte Suprema se dio a conocer después de que los magistrados añadieran los hechos cometidos, los medios que utilizaron, los daños y los peligros causados, la forma y circunstancias en que se perpetraron y la gravedad de los actos cometidos, según explica el comunicado.
A pesar de la negativa, el máximo órgano jurídico de Perú dispuso elevar de 32 a 35 años la condena impuesta a los cabecillas del MRTA, Víctor Polay y Miguel Rincón, "por delito de terrorismo en agravio del Estado", informó el comunicado. A Cumpa, por su parte, le incrementaron la pena de prisión de 28 a 30 años.
Polay, quien fue arrestado por primera vez en 1989 y luego recapturado en 1992 tras huir de prisión por un túnel junto a otros 47 miembros de su agrupación, cumple actualmente su condena en un penal naval de máxima seguridad.
El MRTA fue conocido a nivel internacional en 1996, cuando 14 guerrilleros secuestraron a más de 500 personas nacionales y extranjeras durante una fiesta en honor del Emperador de Japón en la residencia del embajador de ese país en Lima.
El episodio terminó tras una espectacular operación militar que logró rescatar a 72 personas que permanecieron como rehenes durante 126 días. En la operación murieron todos los guerrilleros, un rehén y dos oficiales del comando militar.
La Corte Suprema también confirmó hoy la sentencia de otros ocho dirigentes guerrilleros cuyas penas oscilan entre los 15 y 25 años de prisión, acusados de asesinatos, secuestros y atentados con coches bombas perpetrados entre 1980 e inicios de 1990.
Por último, el comunicado confirma que Polay y otros cuatro dirigentes deberán pagar 50 millones de soles (casi 11 millones de euros) en concepto de reparación civil.