LIMA, 28 Sep. (EUROPA PRESS) -
El ministro de Vivienda peruano, Francis Allison, acechado por sus presuntos vínculos con Business Track --empresa relacionada con el espionaje telefónico a la que supuestamente asesoró--, presentó este domingo su dimisión al presidente, Alain García, aunque rechazó ser espía.
"No soy espía, soy un hombre de honor y de trabajo, durante más de seis años he trabajado de manera incansable, con amor, dedicación y transparencia por Magdalena del Mar, ahí están los resultados todos lo conocen, y todos pueden verlo", aseguró Allison, en rueda de prensa en un hotel lujoso de Lima para explicar su dimisión.
Allison denunció una campaña de "demolición y difamación" en su contra y admitió que abandona el Ejecutivo "frustrado" y "con pena" por no haber podido concluir la reconstrucción de este municipio de la capital peruana de la que fue alcalde, aunque justificó su dimisión al considerar que los peruanos necesitan un ministro que dedique todo su tiempo a su cartera y no a defenderse de acusaciones en su contra.
"He decidido dar un paso al costado por el bien del Perú y para el bienestar del Gobierno, y especialmente para el bienestar de los pobres de este país que merecen tener un ministro que pueda dedicar el 100 por ciento al trabajo absoluto por ellos", explicó, citado por el diario peruano 'La Razón'.
El presidente del país, Alan García, aceptó horas después su dimisión y subrayó su confianza en que las investigaciones pertinentes preservar su honor. "Confío, además, en que con las investigaciones y los días se abrirá paso a la verdad y quedará a salvo su honor", aseguró.
Políticos, dirigentes, comerciantes y periodistas del distrito de Magdalena del Mar responsabilizan al ex alcalde de la localidad de acciones sistemáticas de violencia, agresiones, amenazas y hostigamientos contra quienes consideraba sus opositores y adversarios. Allison abandonó la alcaldía de Magdalena del Mar hace cuatro meses cuando asumió la cartera de Vivienda.