Actualizado 17/12/2009 00:00

Perú.- Gobierno advierte de que los narcotraficantes podrían ganar influencia en el Congreso en las legislativas de 2011


LIMA, 16 Dic. (Reuters/EP) -

El primer ministro peruano, Javier Velásquez, advirtió este miércoles de que los narcotraficantes podrían ganar influencia en el Congreso en las próximas elecciones legislativas de 2011, después de que los líderes enfrentados de Sendero Luminoso decidieran acercar posturas y presentar una candidatura conjunta.

Los cabecillas de Sendero Luminoso de la zona del Valle de los Ríos Apurímac y Ene (VRAE) y de la región cocalera del Alto Huallagan acordaron aunar esfuerzos y presentar candidaturas conjuntas en las elecciones del próximo año, algo que el presidente peruano, Álan García, rechazó rotundamente.

Analistas políticos consultados por Reuters señalaron la seguridad interna como uno de los mayores problemas del Gobierno, cuya estrategia de seguridad se ha demostrado insuficiente ante el aumento de la cifra de muertos por los enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y los narcotraficantes y guerrilleros de Sendero Luminoso.

Precisamente los candidatos presidenciales que concurren a los comicios de 2011 utilizan la violencia en el VRAE como un arma arrojadiza contra García que, pese al apoyo de los inversores extranjeros, ve disminuir sus índices de popularidad.

El caso más significativo es el de la política conservadora, Keiko Fujimori, segunda en las encuestas sobre intención de voto, que posee un amplio respaldo del Ejército. En su contra, cuenta con la condena de 25 años de cárcel a su padre y ex presidente, Alberto Fujimori, por crímenes de lesa humanidad.

En tercer puesto, el líder del Partido Nacional, Ollanta Humala, persigue el apoyo de los productores de coca del país andino, que en otras votaciones han subido a sus candidatos a los cargos públicos de los municipios donde residen.

La alianza planteada por Humala obedece al aumento de los niveles de producción de la hoja de coca en Perú, con 16.000 hectáreas de cultivos en el VRAE, que de forma pareja ha propiciado la organización de los trabajadores del sector, aunque en menor medida que en Bolivia, cuyo presidente, Evo Morales, es un antiguo sindicalista cocalero.