Actualizado 13/06/2011 06:59

Humala admite que indultaría a Fujimori por razones humanitarias


LIMA, 13 Jun. (EUROPA PRESS) -

El presidente electo de Perú, Ollanta Humala, ha indicado que indultaría por razones humanitarias al ex presidente Alberto Fujimori, que el pasado jueves sufrió una recaída en su estado de salud, a pesar de que ha sido condenado a 25 años de prisión por crímenes de lesa humanidad.

"Sí, le daría el indulto por razones humanitarias. Nadie tiene por qué morir en la cárcel, salvo los que tienen cadena perpetua por haber abusado de los menores de edad", ha dicho Humala en una entrevista concedida el pasado miércoles al diario 'El Comercio' y publicada este domingo.

De esta forma, el líder nacionalista se ha pronunciado sobre la polémica desatada a raíz de que el diputado José Vargas instó al presidente en funciones, Alan García, a indultar a Fujimori por su salud, a pesar de que la legislación peruana exceptúa de este privilegio a los condenados por delitos de lesa humanidad.

El pasado jueves el ex presidente, de 72 años de edad, fue ingresado en el hospital capitalino de San Borja tras sufrir una recaída en la Dirección de Operaciones Especiales (DIROES), donde se encuentra recluido desde finales de 2007.

El congresista Alejandro Aguinaga, médico de cabecera del ex dirigente, ha informado de que ha sido sometido a pruebas de sangre y tomografías, entre otros exámenes, para determinar las causas de esta nueva recaída y las razones por las que ha perdido unos 15 kilos en apenas unas semanas.

Fujimori iba a ser trasladado al hospital hace unos días, pero se negó para evitar "malas interpretaciones" en plena campaña de su hija Keiko Fujimori, quien el pasado domingo perdió las elecciones frente a Humala. La ex candidata presidencial ha visitado hoy a su padre en compañía de su marido, Mark Vito Villanilla, y sus dos hijas, Kiara y Kaori, aunque se ha negado a especular sobre un posible indulto.

El ex presidente fue condenado en abril de 2009 a 25 años de prisión por su responsabilidad en dos secuestros y dos masacres ocurridas entre 1991 y 1992 en las que murieron 25 personas, en el marco de la guerra que su Gobierno emprendió contra los grupos guerrilleros. También cumple sentencias por delitos de abuso de poder y corrupción, entre otros.