Actualizado 06/08/2009 23:05

Plan Colombia podría acelerar compras armas A.Latina

Por Esteban Israel

LA HABANA (Reuters/EP) - El plan de aumentar la presencia militar de Estados Unidos en Colombia refleja un error de cálculo de la administración del presidente Barack Obama y puede provocar que algunos países latinoamericanos aumenten sus compras de armamento.

Analistas dijeron que permitir que militares estadounidenses operen desde hasta siete nuevas instalaciones en Colombia para compensar su desalojo de la base de Manta, en Ecuador, aumenta la polarización en una región altamente volátil.

"Puede que el objetivo declarado sea combate al narcotráfico y la guerrilla, pero en realidad es una acción de disuasión ante Venezuela", dijo Geraldo Cavagnari, experto de defensa del Núcleo de Estudios Estrategicos de la Universidade de Campinas en Brasil.

Los analistas no preven sin embargo un aumento significativo de los militares estadounidenses estacionados hoy en Colombia. Se trata, dicen, principalmente de reforzar operaciones de inteligencia y vigilancia, objetivos declarados por el Comando Sur de Estados Unidos.

"Es correcto decir que las operaciones conducidas desde estas bases serán principalmente de reconocimiento militar para combatir el narcotráfico. Pero en la práctica son muchas las cosas que uno puede hacer una vez que tiene una avión en el aire", dijo Hal Klepak, profesor emérito del Royal Military Collegue en Canadá.

Una de las razones que llevaron al cierre de Manta fue, por ejemplo, la sospecha de que de esa base había despegado un avión estadounidense que suministró a Colombia inteligencia para atacar el año pasado un campamento de la guerrilla FARC en suelo ecuatoriano. Washington lo niega.

Un aumento de la presencia militar estadounidense en Colombia podría también alterar el equilibrio de defensa en la región, que destinó en el 2008 un 1,3 por ciento de su Producto Interno Bruto a armamento, según cifras del centro de estudios Red de Seguridad y Defensa de América Latina.

ERROR DE CALCULO

La determinación del presidente colombiano, Alvaro Uribe, de elevar la presencia militar estadounidense en Colombia no sólo irritó a críticos de Washington como el mandatario venezolano Hugo Chávez.

También aliados como el brasileño Luiz Inacio Lula da Silva o la chilena Michele Bachelet mostraron sus reparos.

Para muchos contradice abiertamente a promesa de Obama a "un nuevo comienzo" con América latina, por décadas el patio trasero de Estados Unidos.

Michael Shifter, un experto del Inter-American Dialogue en Washington, cree que la Casa Blanca no sabía en qué se estaba metiendo.

"No creo que la administración Obama comprendió la seridad de esta decisión, ni las consecuencias que vemos hoy", dijo.

"No creo que sea el resultado de un pensamiento estratégico, ni tenga que ver con Venezuela o con las FARC", opinó.

Lo cierto es que seis meses después de asumir el poder, Obama no tiene aún a un secretario adjunto de Estado para el Hemisferio Occidental que supervise a la región. Su nominado, el académico de origen chileno Arturo Valenzuela, todavía no fue aprobado por el Senado.

Pero, los analistas señalan que la presencia en América Latina es consistente con la doctrina de defensa del Pentágono, que cree bajo el potencial de un conflicto armado entre uno o más naciones de la región pero quiere mantener a raya a las "organizaciones terroristas".

Estados Unidos tiene hoy instalaciones militares en Aruba, Colombia, Curazao, El Salvador, Honduras, Perú, Puerto Rico y hasta Guantánamo, en Cuba, una nación de Gobierno comunista con la que siquiera tiene relaciones diplomátias plenas.

MAS ARMAS

Chavez, que ha retirado a su embajador de Bogotá y congeló sus relaciones con Colombia, amenazó con "duplicar" su poder militar frente a lo que describió como amenazas "imperiales".

"Lamento decir que vamos a ver más gasto en defensa. Chile, Brasil, Venezuela, Colombia y México estan gastando un montón de dinero. La región esta yendo desde poco gasto militar a un nivel no tan bajo", dijo Klepak, del Royal Military College de Canadá.

Brasil, la potencia regional con un presupuesto de defensa de unos 26.200 millones de dolares en el 2008, tiene una larga lista de compras que incluye helicópteros, cazas y hasta un submarino nuclear para reafirmar su lugar como potencia geopolítica.

"Esta situación en Colombia puede contribuir a que Brasil acelere los planes de elevar su perfil estratégico militar", dijo Cavagnari, de la Universidade de Campinas.

El gasto en defensa también es sostenido en Colombia, con un presupuesto de 6.000 millones de dólares en el 2008, según la Red de Seguridad y Defensa de América Latina. México tenía previsto gastar el año pasado unos 4.700 millones de dólares, Chile 4.470 millones y Venezuela 3.350 millones.

Para Shifter, del Inter-American Dialogue, la buena noticia es que el debate atizado por el Plan Colombia podría inyectarle transparencia a los presupuestos de defensa de la región.

"Ese es el verdadero asunto: la necesidad de mayor apertura y claridad sobre los niveles de compras de armas y su objetivo", dijo.

"Quizás esto lleve a una mayor transparencia, que hoy en día no existe", anadió.