Actualizado 09/07/2009 22:46

Presidenta argentina urge profundo diálogo político

Por Jorge A. Otaola

BUENOS AIRES (Reuters/EP) - La presidenta argentina, Cristina Fernández, convocó el jueves a un amplio diálogo político, a casi dos semanas de una dura derrota electoral de medio término, defendiendo su gestión con datos macroeconómicos como un fuerte superávit comercial en la primera mitad del año.

La mandataria sostuvo con tono tranquilo y poco usual, durante un acto público en la norteña provincia de Tucumán por la celebración del Día de la Independencia, que hay tres ejes básicos para el futuro inmediato del país: economía, democracia y sociedad.

"Debemos iniciar una nueva etapa todos los argentinos (...) convocando al más amplio diálogo, a todos los sectores de la vida nacional", propuso Fernández.

"Estamos en inmejorables condiciones para hacerlo", agregó, para subrayar que se debe "tener la amplitud de convocar y escuchar a todos".

Inmediatamente parte de la oposición, tanto política como representantes agropecuarios, celebró el llamado, aunque algunos de estos sectores se pronunciaron cautos a la espera de saber cuáles serán las condiciones.

La presidenta realizó en estas últimas dos semanas cambios en su gabinete, que a criterio de analistas no son suficientes como respuesta al mensaje de las urnas.

El miércoles asumieron, entre otros, el nuevo ministro de Economía, Amado Boudou, quien dejó el ente público de pensiones, y el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, quien abandonó el Ministerio de Justicia.

Fuentes del Gobierno dijeron que la presidenta, y su influyente esposo y ex presidente Néstor Kirchner, buscarán masificar la comunicación de sus actos a más de dos años de que concluya el mandato.

Tras la derrota en las elecciones legislativas del 28 de junio, el oficialismo perderá la mayoría en el Congreso con el recambio de bancas en diciembre.

ECONOMIA

El superávit comercial de Argentina trepó un 85 por ciento en el primer semestre del 2009 contra igual período del año previo, adelantó Fernández, por la política alentada desde su Gobierno en medio de la crisis global.

La balanza comercial arrojó un saldo de 9.861 millones de dólares entre enero y junio, contra los 5.332 millones de ese lapso en el 2008.

Con el aval del Banco Central, el peso argentino acumula una depreciación del 9,5 por ciento en el 2009, con lo que se busca alentar las exportaciones y mantener la competitividad de la moneda local mediante la sustitución de importaciones.

Alabando al saliente titular del Palacio de Hacienda, Carlos Fernández, la presidenta remarcó que Argentina logró reducir recientemente su deuda externa en 9.313 millones de dólares a 136.662 millones, como consecuencia de canje y reestructuración de bonos por otros a más largo plazo.

Argentina tiene cerrado los mercados externos de créditos desde que en el 2002 se declaró en cesación de pago y en el 2005 dejó incumplidos unos 30.000 millones de dólares en poder de bonistas que no aceptaron una gigantesca reprogramación liderada por entonces desde la gestión de Kirchner.