Actualizado 09/06/2009 21:56

Presidente Paraguay analiza consulta para evaluar poderes Estado

ASUNCION (Reuters/EP) - El presidente paraguayo, Fernando Lugo, dijo el martes que analiza la posibilidad de llevar adelante una consulta popular sobre la gestión de los poderes del Estado, pese a las críticas de la oposición que lo ve como una amenaza para la democracia.

Lugo, un socialista que acabó con décadas de gobierno conservador con la promesa de mejorar los índices de pobreza y corrupción, sostuvo que aún no se ha definido el modo y el momento para llevar adelante la iniciativa.

"Me encantaría que nos sigan diciendo en que estamos fallando (...) la ciudadanía es sabia y crítica y tenemos que seguir construyendo esta democracia dentro del disenso y la pluralidad", dijo Lugo en una conferencia de prensa en la sede del Gobierno.

"Esto va a ser un aporte positivo a nuestra democracia", agregó en referencia a la consulta, una medida con la que emularía a colegas izquierdistas de la región como el boliviano Evo Morales y el ecuatoriano Rafael Correa.

El mandatario negó que la intención tuviera como trasfondo disolver el Congreso, como denunció en la víspera el titular del cuerpo y varios legisladores, tanto de la oposición como de la propia coalición gubernamental, que criticaron la medida.

"La disolución del Congreso es anticonstitucional, ilegítima y contra todo el proceso democrático. Creo que un referéndum nos tiene que llamar a una reflexión para mejorar nuestra gestión", dijo Lugo.

El mandatario ha tenido problemas para gobernar con un Congreso hostil que cierra las puertas a sus iniciativas y a menudo debe lidiar con resistencias al interior de la alianza centroizquierdista que lidera, incluidas las de su propio vicepresidente, Federico Franco.

Esta semana, el Congreso levantó un veto del Poder Ejecutivo a una ley que posterga la entrada en vigencia del Impuesto a la Renta Personal, una medida con la que el Gobierno buscaba mejorar la formalización de la economía.

Meses atrás, Lugo dijo también que estaría a favor de una reforma constitucional para permitir, entre otros temas, la reelección que actualmente está prohibida. Antes de asumir como presidente, el ex obispo católico aseguró que sólo gobernaría por un período de cinco años.

La popularidad de Lugo, quien asumió con una aceptación superior a un 70 por ciento según encuestas locales, cayó luego de que reconociera a un hijo de dos años, fruto de su relación con una joven cuando todavía era obispo.

Otras dos mujeres denunciaron luego al presidente para reclamar el reconocimiento de sus respectivos hijos.

Al ser consultado si renunciaría al cargo en caso de que la consulta le sea desfavorable, Lugo dijo que daría un paso al costado si más de 800.000 personas -número similar a los votos que obtuvo en abril del 2008- se lo piden.