Actualizado 01/07/2009 23:22

Presidente Senado Brasil, presionado por escándalos en la cámara

Por Natuza Nery

BRASILIA (Reuters/EP) - El presidente del Senado brasileño, José Sarney, está dispuesto a dejar el cargo en medio de un escándalo de irregularidades en la Cámara alta, pero espera el regreso del presidente Luiz Inácio Lula da Silva del extranjero para evaluar escenarios y tomar una decisión.

Sarney, del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), aliado del Gobierno, vio su posición seriamente comprometida luego que varios partidos pidieron que abandone temporalmente el cargo mientras se realizan investigaciones.

El ex presidente del país, a quien Lula ha defendido con vehemencia, estaba sin embargo menos abatido el miércoles que en la víspera, dijo una fuente que se reunió con el político a Reuters.

Sarney y sus aliados inmediatos analizan las ganancias y pérdidas de tomar una licencia o hasta de una renuncia al cargo, que perjudicaría al Gobierno de Lula.

El vicepresidente del Senado, Marconi Perillo, quien lo reemplazaría al menos temporalmente, pertenece al Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), principal agrupación de oposición.

En caso de renuncia y nueva elección del titular existen serias dudas de que el Gobierno pueda lograr que gane un aliado, ya que cuenta con una estrecha mayoría.

Lula participa en Libia de la Asamblea de la Unión Africana y volverá a Brasil en la noche del miércoles. Se espera que el jueves se reuna con Sarney, un estrecho aliado.

Los partidos que quieren la salida de Sarney afirman que es necesaria mientras se investiga un escándalo de decisiones secretas del Senado, que incluyeron numerosos nombramientos de funcionarios y algunas de las cuales supuestamente beneficiaron a familiares del político.

La jefa de Gabinete del Gobierno, Dilma Rousseff, conversó con Sarney el martes y le pidió que no tomara una decisión antes del regreso del presidente al país.

El titular del Senado se reunió el miércoles en su casa con integrantes del Partido de los Trabajadores (PT) de Lula, del PMDB y del Partido Trabalhista Brasileño (PTB) para analizar la situación.

A bancada do PT, que está dividida en relación al apoyo a Sarney, se reuniría más tarde para definir su posición. La bancada del PMDB emitió un comunicado el martes en el que reiteró su adhesión al cuestionado político.

Tras el encuentro de esta mañana, la gobernadora del estado nordestino de Maranhao, Roseana Sarney (PMDB), dijo que su padre está siendo tratado como un chivo expiatorio en la crisis del Senado, pues los problemas de administración de la cámara Alta son de responsabilidad colectiva de los senadores.

"Creo que él va a tomar la decisión correcta que crea que sea lo mejor para Brasil", dijo la gobernadora a la prensa.