Actualizado 23/07/2009 02:00

PREVIA-Mercosur, en cumbre con Honduras como telón

Por Daniela Desantis

ASUNCION (Reuters/EP) - Los presidentes del Mercosur se reunirán el viernes en Asunción en una cumbre en la que abogarán por la restitución del presidente Manuel Zelaya en Honduras y que servirá de marco para evaluar los procesos democráticos tras el golpe de Estado que lo sacó del poder.

La capital paraguaya espera reunir a los mandatarios de Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay, socios plenos del bloque; así como al presidente de Venezuela, país en proceso de adhesión, y a los gobernantes de Chile y Bolivia, naciones asociadas al pacto.

El encuentro, que se llevará a cabo en el salón de convenciones de la Confederación Sudamericana de Fútbol en las afueras de Asunción, será precedido por una reunión el jueves en la que los cancilleres pondrán a punto la declaración presidencial.

La crisis política en Honduras tendrá un espacio destacado en el documento, que condenará el golpe de Estado militar que derrocó a Zelaya a finales de junio y abogará por el restablecimiento del proceso democrático en el país centroamericano.

Los mandatarios aprovecharán el foro para evaluar el estado de la democracia en la región, dos décadas después de su instauración en la mayoría de naciones sudamericanas, regidas durante años por sangrientas dictaduras.

No obstante, la cita dejará en evidencia los escasos avances en materia comercial y política que impiden al Mercosur transitar hacia la conformación de una unión aduanera plena, uno de los objetivos trazados en su creación hace más de dos décadas.

La supresión del doble Arancel Externo Común (AEC), que los cuatro países aplican para productos provenientes de fuera de la región, quedará postergado nuevamente para el próximo semestre tras el desacuerdo de Paraguay, que teme que su implementación traiga efectos negativos a su pequeña economía.

Además, la falta de medidas conjuntas para mitigar los efectos de la crisis económica global han hecho que el Mercosur fuera derrotado este semestre, opinó el viceministro paraguayo de Relaciones Económicas e Integración, Oscar Rodríguez.

"Cada uno actuó por su lado priorizando más su coyuntura interna antes que la regional. Es un aspecto en el cual el bloque no ha avanzado en lo más mínimo", dijo a Reuters el ex ministro de Hacienda paraguayo César Barreto.

Otro síntoma del letargo es el poco avance en sus relaciones externas, donde las negociaciones con la Unión Europea siguen estancadas a la espera de una nueva reunión prevista para noviembre en Lisboa.

"Queda una agenda bastante azarosa, diríamos, para llegar a resultados reales", reconoció el canciller paraguayo, Héctor Lacognata.

"Yo estoy preocupado por el estancamiento y el desgaste del Mercosur, justamente como alternativa económica", agregó.

LUZ VERDE A MONEDAS LOCALES

Un aspecto que sí tendría luz verde es el acuerdo para la utilización de monedas locales en las transacciones comerciales de algunos productos, una experiencia iniciada por Brasil y Argentina en el 2008.

La medida, que busca descartar al dólar como moneda de referencia, pretende implementarse hacia finales del 2010.

Paralelamente, se espera un aumento de los fondos de cohesión que favorecen principalmente a las economías más pequeñas del bloque para proyectos vinculados a la integración productiva y la creación de un instituto social del Mercosur, una iniciativa impulsada por Paraguay.

Los mandatarios abogarán también por la implementación de medidas conjuntas de prevención y combate de la nueva cepa del virus de la gripe, que golpeó especialmente al cono sur sudamericano ocasionando decenas de muertos y miles de infectados, la mayoría en Argentina y Chile.

La cumbre servirá de escenario para un encuentro entre los cancilleres de Bolivia y Perú en un intento por reencauzar las relaciones bilaterales tras meses de discrepancias.

Los roces se iniciaron tras la decisión de Lima de facilitar el asilo y refugio a tres ex ministros bolivianos enjuiciados por delitos económicos y se acentuaron tras el conflicto en la Amazonía peruana que dejó más de 30 muertos a mediados de junio.

Perú llamó a consultas a su embajador en Bolivia luego de que el presidente Evo Morales calificara el hecho como un genocidio del neoliberalismo.