Actualizado 02/06/2010 14:24

El primer ministro jamaicano supera por dos votos una moción de censura presentada en el Parlamento


KINGSTON, 2 Jun. (Reuters/EP) -

El primer ministro jamaicano, Bruce Golding, ha superado por sólo dos votos una moción de censura presentada ayer martes por la oposición en el Parlamento tras pedir su dimisión debido a lo que consideran un respaldo por parte mandatario al presunto narcotraficante cuya extradición solicitó Estados Unidos.

Los diputados rechazaron, por 30 votos en contra y 28 a favor, la moción de censura presentada contra Golding por su gestión de la solicitud estadounidense de extradición de Christopher 'Dudus' Coke, partidario del gobernante Partido Laborista y buscado en Nueva York por los cargos de contrabando de cocaína y marihuana y por posesión de armas.

Golding y sus aliados políticos negaron durante nueve meses la solicitud de extradición antes de ceder ante la presión de Estados Unidos para arrestar a Coke y comenzar los procedimientos de extradición.

Coke sigue en paradero desconocido después de los enfrentamiento de la semana pasada entre las fuerzas de seguridad y los presuntos miembros de su organización criminal en la capital jamaicana, Kingston, en los que murieron al menos 73 civiles.

"ALGO ESTÁ PODRIDO"

El grupo de la oposición Partido Nacional del Pueblo interpuso la moción de censura contra Golding porque según sus miembros el primer ministro había distorsionado los hechos en torno a la solicitud de extradición de Coke.

"Algo está podrido en el Estado de Jamaica", señaló la líder de la oposición y ex primera ministra, Portia Simpson Miller, durante el debate. Simpson se refería específicamente a que Golding había reconocido recientemente, después de desmentirlo con anterioridad, que él había autorizado al Partido Laborista la contratación de un bufete de abogados para que ejerciesen presión contra la solicitud de extradición de Estados Unidos.

En la sesión parlamentaria, Golding reiteró sus disculpas sobre este asunto y señaló que lamentaba que el Partido Laborista estuviese involucrado en la contratación del bufete de abogados, Manatt, Phelps & Phillips.