Publicado 03/10/2020 08:26

El principal foro de la ONU evidencia la falta de mujeres en la primera línea política

DDHH.- El principal foro de la ONU evidencia la falta de voz de las mujeres en l
DDHH.- El principal foro de la ONU evidencia la falta de voz de las mujeres en l - EVAN SCHNEIDER/UN PHOTO / XINHUA NEWS / CONTACTOPH

El nombramiento de una mujer en el Gobierno de Togo eleva a 23 las jefas de Estado o de Gobierno en todo el mundo

MADRID, 3 Oct. (EUROPA PRESS) -

Apenas una decena de mujeres líderes hablaron en la reciente Asamblea General de la ONU y cuando tomó la palabra la primera de ellas, la presidenta de Eslovaquia, Zuzana Caputova, ya habían desfilado por el atril telemático más de medio centenar de jefes de Estado o de Gobierno hombres.

Todo ello 25 años después de que la Plataforma de Acción de Pekín se marcase como objetivo la plena incorporación de la mujer a las principales esferas de poder y toma de decisiones, un hito que precisamente estos días Naciones Unidas se ha esforzado en conmemorar.

"Hace 25 años, la Plataforma de Acción de Pekín llegó a la conclusión de que el acceso de las mujeres a la toma de decisiones públicas contribuye a la transformación de la sociedad para avanzar en la igualdad de género", recuerda Julie Ballington, consejera de políticas de participación y liderazgo de ONU Mujeres, en declaraciones a Europa Press.

Un cuarto de siglo ha pasado desde entonces y "el ritmo de cambio sigue siendo lento". En 1995, había 12 jefas de Estado o de Gobierno en sus respectivos países y a día de hoy son menos del doble, en concreto 23, y porque esta misma semana el presidente de Togo ha nombrado a una mujer como primera ministra, un hito inédito para el país africano.

Bolivia, Estonia, Etiopía, Georgia, Grecia, Nepal, San Marino, Singapur, Eslovaquia, Suiza, Trinidad y Tobago cuentan a día de hoy con una mujer como jefa de Estado electa, mientras que Bangladesh, Barbados, Bélgica, Dinamarca, Finlandia, Gabón, Alemania, Islandia, Nueva Zelanda, Noruega, Serbia y Togo el Gobierno está en manos de una mujer, según la lista actualizada por ONU Mujeres.

Naciones Unidas, que cuenta con un total de 193 Estados miembro, tampoco aprecia un escenario mucho más favorable en el caso del poder legislativo, si bien la proporción de escaños parlamentarios ocupados por mujeres se ha duplicado y supera ya el 25 por ciento.

El informe publicado a principios de año por ONU Mujeres y la Unión Interparlamentaria establecía grandes distinciones entre países, pero concluía que en solo cuatro --Ruanda, Cuba, Bolivia y Emiratos Árabes Unidos-- la tasa de representantividad femenina alcanzaba al menos el 50 por ciento; en España era del 44 por ciento. En cambio, en 27 países la cuota no llegaba siquiera al 10 por ciento.

Ballington apostilla que, "a nivel local, las mujeres están ligeramente mejor, al ocupar el 37 por ciento de los escaños" en ayuntamientos y otras instituciones de índole municipal.

MINISTRAS, PERO DE TEMAS SOCIALES

La experta sostiene que aún persisten "muchos retos" para el acceso de las mujeres a la primera línea, empezando por "barreras estructurales" que, por ejemplo, limitan el acceso de las políticas a los recursos financieros y a la gestión de una campaña como la que podrían llevar a cabo sus compañeros varones.

También sufren una cantidad "desproporcionada" de ataques por el mero hecho de ser mujer y "son objeto de estereotipos que desacreditan su capacidad para ocupar posiciones de liderazgo", lamenta Ballington. De hecho, el techo de cristal no solo está en liderar, sino en qué tipo de ámbitos puede llegar a controlar una mujer dentro de una administración pública.

A fecha de 1 de enero, solo 14 países tenían gobiernos compuestos al menos en su 50 por ciento por ministras mujeres, según una lista que está encabezada por España. A nivel mundial, las mujeres estarían ocupando más de 1.400 carteras ministeriales, pero los cargos más frecuentes están relacionados Asuntos Sociales, Familia y Medio Ambiente.

Tan solo habría algo más de una veintena ministras de Defensa y 25 mujeres al frente de Finanzas, carteras ambas que siguen estando reservadas en términos generales a los hombres.

"Aunque el cambio es lento, al menos ya sabemos qué podemos hacer para acelerar el progreso", afirma Ballington, que aboga por cambiar "los partidos políticos que se resisten a la inclusión de mujeres como líderes, los sistemas electorales que dificultan que las mujeres y los hombres compitan en igualdad de condiciones, los estereotipos de género en los medios de comunicación y la violencia contra las mujeres en la vida política".

"Igual de fundamental", añade, es que cambien las normas sociales, de tal forma que sí puedan cumplirse los objetivos de la Plataforma de Acción de Pekín tanto en la esfera política como en la vida pública en general. Ballington espera que los hombres sean "aliados" en estos avances.

IGUALDAD ES IGUALDAD

La directora ejecutiva de ONU Mujeres, Phumzile Mlambo-Ngcuka, ha venido defendiendo que la sociedad solo puede progresar si se avanza hacia la igualdad en su conjunto, también en la esfera política. "La igualdad no es solo que haya una cuarta parte de las sillas en las mesas de poder", declaró en marzo, con motivo del Día Internacional de la Mujer.

Ese 25 por ciento con el que no se conforma Mlambo-Ngcuka "es la actual realidad de la representación de las mujeres", ya que "los hombres son el 75 por ciento de los parlamentarios, ocupan el 73 por ciento de los puestos directivos, suman el 70 por ciento de los negociadores climáticos y la práctica totalidad de los negociadores de paz". Sin embargo, "solo habrá igualdad con una representación igual, es lo mínimo aceptable".