Actualizado 30/06/2009 02:50

Pta argentina no ve cambio rumbo tras derrota comicio

BUENOS AIRES (Reuters/EP) - La presidenta argentina, Cristina Fernández, dijo el lunes que no prevé cambios en su gabinete como consecuencia del revés electoral que sufrió en las elecciones legislativas de medio término, al tiempo que ratificó los lineamientos económicos de su Gobierno.

Fernández minimizó la derrota electoral al asegurar que el oficialismo obtuvo la mayor cantidad de votos en todo el país, aunque destacó que la pérdida de bancas en el Congreso obligará a buscar consensos con las fuerzas de oposición.

La presidenta rechazó rebajar los polémicos impuestos a las exportaciones de granos, al tiempo que no descartó reanudar el diálogo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y confió en volver a las negociaciones con los acreedores de bonos incumplidos cuando se disipe la crisis internacional.

Medios de prensa especulaban durante la jornada sobre la posibilidad de un recambio en el gabinete, en una forma de relanzar al Gobierno tras la caída electoral, con miras a los más de dos años que le restan de gestión a Fernández.

"No veo que por el resultado de las elecciones tenga que hacer algún cambio de gabinete", dijo Fernández en su primera aparición pública luego de la caída oficialista del domingo.

El lunes renunció la ministra argentina de Salud, Graciela Ocaña, en medio de una creciente epidemia de influenza H1N1, pero su salida no fue ligada a la derrota del oficialismo que resignó su mayoría en el Congreso.

La presidenta defendió las cuestionadas estadísticas que elabora el Gobierno, al que acusan de subestimar la inflación, el desempleo y la pobreza, y sobreestimar el crecimiento.

Según las estadísticas públicas, la economía argentina creció un 2,0 por ciento en los primeros cuatro meses del 2009, tras una expansión no menor al 6,8 por ciento anual entre 2003 y 2008, pero analistas privados aseguran que el PIB del país sudamericano se está contrayendo desde el año pasado.

El ex presidente Néstor Kirchner (2003-2007) y esposo de Fernández, quien lideró la lista de candidatos oficialistas en la populosa provincia de Buenos Aires, el principal distrito electoral del país, cayó derrotado por un pequeño margen a manos del peronismo disidente que encabezó el empresario Francisco De Narváez.

FMI

Fernández no rechazó la posibilidad de buscar financiamiento en el Fondo Monetario Internacional (FMI), al que el Gobierno culpa por la crisis que vivió el país en 2001-02.

"Veremos si realmente se han modificado las condicionalidades", que exige el organismo para otorgar préstamos, dijo la presidenta.

Argentina no cuenta con acceso a los mercados voluntarios de deuda, en momentos en que enfrenta vencimientos por unos 20.000 millones de dólares hasta el 2010.

Una de las limitantes para las colocaciones en el mercado es la falta de acuerdo con los acreedores por unos 30.000 millones de dólares que no participaron del canje de deuda en cesación de pagos que realizó el Gobierno de Kirchner en el 2005.

Poco antes del estallido de la crisis financiera internacional en octubre del 2008, Argentina había iniciado una negociación con esos acreedores en busca de un acuerdo.

Fernández dijo que podría retomarse las tratativas "una vez que se calmen un poco los mercados".

La primera mandataria fue tajante al rechazar una rebaja de los impuestos a las exportaciones de granos, como exige el sector agropecuario y prometieron muchos candidatos victoriosos de los partidos de oposición.

El Gobierno subió los tributos a las ventas al exterior el año pasado, en una medida que fue rechazada luego por el Congreso tras meses de protestas sectoriales que debilitaron la imagen de la presidenta.