Actualizado 29/06/2009 09:38

Pta. Argentina sufre dura derrota en elecciones legislativas

Por Damián Wroclavsky y Guido Nejamkis

BUENOS AIRES (Reuters/EP) - La presidenta de Argentina, Cristina Fernández, perdió el control del Congreso en una elección legislativa en la que su Gobierno sufrió duras derrotas, y en la madrugada del lunes luchaba voto a voto para revertir una caída en el principal distrito del país.

En Buenos Aires, la provincia más poblada de Argentina y bastión oficialista, el esposo de la mandataria y ex presidente Néstor Kirchner perdía por leve margen ante el empresario millonario Francisco De Narváez, de una rama disidente del peronismo en el poder, según un avanzado escrutinio oficial.

"Queremos sentarnos en una mesa con ella (Fernández) y con su gabinete para colaborar", dijo un eufórico De Narváez, quien realizó una sorprendente elección en un distrito en el que el Gobierno apostaba por una holgada victoria.

El empresario pidió cambios en el estilo de gestión de Fernández, que como su esposo entre el 2003 y el 2007 gobierna en abierta confrontación con opositores e importantes sectores económicos y sociales de Argentina.

"Gobernar sin el Congreso no es fácil, este va a ser el gran desafío del oficialismo. Las dos veces que un Gobierno perdió el control del Congreso fue una situación de gobernabilidad difícil", dijo el analista político Rosendo Fraga.

"El oficialismo pierde el control de la Cámara de Diputados y pondría también en riesgo el Senado", agregó.

Kirchner se postuló para apoyar al gobierno de su cónyuge, pero su derrota y la pérdida de terreno legislativo crearán dificultades para que Fernández avance con su agenda en el Congreso en momentos en que la economía argentina se deteriora y se achica el saldo fiscal.

Los candidatos oficialistas sufrieron derrotas en los principales cuatro distritos del país, sin contar Buenos Aires, por población y poderío económico.

Incluso en la sureña provincia de Santa Cruz, cuna política del matrimonio Kirchner, ganaron opositores, configurando una inédita situación para la pareja, que disfrutó de seis años de un poder casi absoluto en Argentina.

"Va a haber una necesidad por parte del oficialismo de hacer acuerdos parlamentarios que no se venían dando a gran escala", dijo a Reuters Juan Germano, director de Isonomía Consultores.

Carlos Reutemann, un ex piloto de Fórmula Uno que desafió al candidato aliado de Kirchner en la rica provincia de Santa Fe, fue uno de los triunfadores de la jornada, y aparece en el horizonte como presidenciable por el peronismo, la agrupación que domina el poder en Argentina y en la que el liderazgo de Kirchner quedó muy debilitado.

En Buenos Aires, con cerca del 82 por ciento de las mesas electorales contabilizadas, Kirchner lograba el 32,1 por ciento y De Narváez el 34,5 por ciento, según el conteo oficial del mayor distrito del país.

Casi 28 millones de argentinos estuvieron habilitados en las elecciones que renuevan la mitad de la Cámara de Diputados y un tercio del Senado.

"El oficialismo estaría perdiendo 16 bancas" en la Cámara de Diputados, dijo a Reuters Mariel Fornori, de la consultora Management & Fit.

Pero ese retroceso no es "un golpe de knock out", indicó por su lado Germano.

El matrimonio Kirchner lleva seis años en el poder, y tras conducir un exitoso ciclo económico, comenzó a perder popularidad junto con un deterioro de la actividad causado por problemas domésticos, mayormente originados por un choque contra el poderoso sector agropecuario, y la crisis global.

"Se acaba la hegemonía, regresa el diálogo", dijo Ricardo Alfonsín, hijo del ex presidente Raúl Alfonsín y candidato a diputado del opositor centrista Acuerdo Cívico y Social, una alianza que incluye radicales y socialistas y que quedaría como segunda fuerza en el Congreso.

APUESTAS PRESIDENCIALES

En la Ciudad de Buenos Aires, capital del país, se impuso el PRO, fuerza que lidera el alcalde Mauricio Macri, aliado de De Narváez y quien también se proyecta como una figura a disputar el poder en las próximas presidenciales del 2011.

La agrupación política apoyada por el vicepresidente de la Nación, el radical Julio Cobos, devenido en opositor, ganaba en la provincia de Mendoza y sustentaba sus pretensiones a la primera magistratura.

"Esta es una especie de interna para liderazgos presidenciales", dijo Sergio Berensztein, director de la consultora Poliarquía.

La nueva legislatura asumirá en diciembre del 2009. Los comicios se celebraron en las 24 unidades federativas de Argentina.

Las elecciones se celebraron en calma, aunque el frío y el miedo a la creciente epidemia de gripe A redujeron la asistencia de electores en un país en el que votar es obligatorio.

Los temores al contagio de la influenza H1N1 llevaron a que en muchos centros de votación se extremaran medidas de prevención, por lo que autoridades electorales ejercieron sus funciones con mascarillas y guantes de látex, y votantes limpiaban sus manos con alcohol tras emitir su voto.

Argentina podría declarar la emergencia sanitaria esta semana, en momentos en que los muertos por el nuevo virus ascienden a 26 en todo el país.

(Con reportes adicionales de Fiona Ortiz, Kevin Gray, Jorge Otaola, Helen Popper, Nicolás Misculin, Walter Bianchi, Karina Grazina y Lucas Bergman; editado por Hernán García)