Actualizado 07/06/2009 19:43

Realmente los aprecio, dice Obama a franceses y alemanes

Por Ross Colvin

PARIS (Reuters/EP) - El reciente viaje a Europa del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, reveló profundas inquietudes entre franceses y alemanes de que el mandatario, ampliamente popular en ambos países, realmente no los aprecia.

Tras años en los cuales Francia y Alemania se distanciaron de las impopulares políticas del ex presidente de Estados Unidos George W. Bush, Obama se debió esforzar para convencer a los periodistas franceses y alemanes de que no saquen conclusiones hasta el término de su viaje de 2 días y medio.

Sin embargo, descubrió que, como el chico más popular de la escuela del que todos quieren ser amigos, el gesto más pequeño puede desairar a aquellos deseosos de acercarse.

El mandatario pasó menos de un día en Alemania en donde mantuvo diálogos con la canciller alemana, Angela Merkel, y visitó el campo de concentración de Buchenwald, al cual su tío abuelo ayudó a liberar durante la Segunda Guerra Mundial.

"La mayor parte de la especulación sobre mi horario aquí en Alemania no considera logísticas simples, viajar, llegar desde un lugar a otro (...) en el día sólo hay 24 horas", intentó explicar Obama.

"Así que deténganse, todos", agregó sonriendo. "Se que necesitan tener algo para reportar, pero tenemos más que suficientes problemas, sin tener que crearlos", comentó a los periodistas.

La brevedad de la estadía de Oba`ma en Alemania y su decisión de no visitar Berlín llevaron a la prensa alemana a especular sobre un distanciamiento, pero el presidente dijo que eran "especulaciones absurdas".

Las relaciones entre Washington y Berlín no han sido óptimas desde que Obama asumió el poder en enero.

Frente a las elecciones que se realizarán en septiembre, Merkel ha resistido la presión estadounidense para aceptar prisioneros de Guantánamo y enviar más tropas a Afganistán.

Obama viajó a Europa anteriormente este año para asistir a cumbres de G20 y la OTAN, en un viaje que buscaba reparar las relaciones con aliados europeos, que se habían distanciado por la guerra contra el terrorismo de Bush, la invasión a Irak y las políticas sobre cambio climático.

"MEJORES AMIGOS"

Cuando Obama llegó a Francia el sábado para asistir a los actos conmemorativos en el aniversario número 65 de los desembarcos del Día D de la Segunda Guerra Mundial, debió defenderse tras mantener breves diálogos y un almuerzo de trabajo con el presidente francés, Nicolas Sarkozy.

Funcionarios franceses expresaron en privado su sorpresa de que el mandatario no tuviese tiempo para una recepción oficial con Sarkozy en el Palacio del Elíseo.

En vez de eso el presidente estadounidense cenó con su esposa Michelle en un restaurante cercano a la torre Eiffel en París.

"Creo que es importante entender que los buenos amigos no se preocupan de los símbolos, las convenciones y los protocolos", dijo a los reporteros Obama junto a Sarkozy descartando estar desairando a su anfitrión francés.