Por Abdi Guled e Ibrahim Mohamed
MOGADISCIO (Reuters/EP) - Washington ha enviado armas al Gobierno de Somalia para sofocar a insurgentes islamistas, quienes cortaron manos y pies a ladrones el jueves y exhibieron varias partes del cuerpo en las calles de Mogadiscio.
Los insurgentes somalíes de Al Shabaab son percibidos como representantes de Al Qaeda y naciones occidentales temen que podrían desestabilizar la región y brindar bastiones para islamistas extranjeros de línea dura.
Cuando un islamista moderado fue elegido presidente en enero, había esperanza en que podría poner fin a alrededor de dos décadas de violencia en Somalia al reconciliarse con extremistas que quieren imponer una estricta versión de la ley islámica alrededor de país.
Pero Osama bin Laden declaró al presidente jeque Sharif Ahmed un enemigo en una grabación de audio dada a conocer en marzo. Llamó a los insurgentes a derrocar al Gobierno y a que los musulmanes alrededor del mundo se unan a su jihad.
El periódico Washington Post dijo el jueves que armas y municiones fueron enviadas al Gobierno en una acción que señaló el deseo del Gobierno del presidente Barack Obama de derrotar a los extremistas.
"Está confirmado. Recibieron la aprobación del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas", dijo una fuente de seguridad internacional.
Mientras que Naciones Unidas (ONU) ha mantenido un embargo a las armas sobre Somalia, una resolución del Consejo de Seguridad en mayo instó a los estados miembros a que entrenaran y equiparan a las fuerzas de seguridad, siempre que un comité de monitoreo del embargo de la ONU no tuviera objeciones.
Otra fuente de seguridad extrajera dijo que las armas habían llegado a Somalia para el Gobierno a través de Uganda, que aporta con la mitad de los 4.300 soldados de la Unión Africana que protegen sitios claves en Mogadiscio.
El grupo Al Shabaab, que tiene a combatientes extranjeros en sus filas, intensificó sus ataques a comienzos de mayo. Ahora controla la mayor parte del sur de Somalia y gran parte de la capital Mogadiscio.
Los rebeldes usaron cuchillos largos para cortar una mano y un pie a cada uno de cuatro hombres jóvenes en Mogadiscio como castigo a un robo, dijeron testigos. Fue la primera amputación doble en Somalia.
Los hombres gritaron de dolor y algunos espectadores vomitaron.
Al Shabaab luego colgó las partes del cuerpo de árboles y postes de electricidad.