Publicado 20/07/2020 22:08

Registrados incidentes en la capital de Malí tras el nuevo llamamiento de la oposición a la desobediencia civil

AMP.-Malí.-Registrados incidentes en Bamako tras el nuevo llamamiento a la desob
AMP.-Malí.-Registrados incidentes en Bamako tras el nuevo llamamiento a la desob - 2013 GETTY IMAGES / SEAN GALLUP - Archivo

Una delegación de alto nivel de la CEDEAO viajará al país para nuevos contactos el jueves

MADRID, 20 Jul. (EUROPA PRESS) -

La capital de Malí, Bamako, ha sido escenario este lunes de incidentes tras el nuevo llamamiento a la desobediencia civil por parte de un movimiento opositor, que ha rechazado la propuesta planteada por la misión de mediación de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO).

La delegación del bloque regional, encabezada por el expresidente nigeriano Goodluck Jonathan, propuso el domingo tras varias reuniones con el Gobierno y la oposición la formación de un Ejecutivo de concentración, una reforma del Tribunal Constitucional, el cumplimiento del Acuerdo de Paz de Argel y una mejora de la gobernanza.

El nuevo Gobierno incluiría a la mitad de miembros del actual ejecutivo, un 30 por ciento de representantes del Movimiento 5 de Junio-Agrupación de Fuerzas Patrióticas (M5-RFP) y un 20 por ciento de personalidades de la sociedad civil.

Sin embargo, el M5-RFP, liderado por el influyente imam Mahmoud Dicko, ha reiterado su exigencia de que el presidente, Ibrahim Boubacar Keita, abandone el cargo, así como "justicia para los manifestantes asesinados" durante las protestas del 10 de julio.

Las manifestaciones de dicha jornada llegaron tras un llamamiento a la desobediencia civil por parte de este movimiento opositor y derivaron en el ataque y saqueo de la Asamblea Nacional, así como en el bloqueo de las emisiones de la radiotelevisión pública maliense.

La portavoz de la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Liz Throssell, cifró el 17 de julio en catorce los fallecidos, incluidos dos menores, y en 154 los heridos, si bien la oposición ha denunciado más de 20 muertos en los incidentes.

El primer ministro maliense, Boubou Cissé, se disculpó el 17 de julio públicamente por la muerte de manifestantes durante las protestas y los disturbios y reconoció que "hubo abusos", al tiempo que prometió que habría investigaciones sobre los sucesos.

En esta ocasión, el M5-RFP ha vuelto a llamar a la desobediencia civil para lograr la salida del poder de Keita, tras lo que los manifestantes han erigido barricadas y han cortado calles en Bamako, así como en las ciudades de Kasti y Sikasso, según ha informado la emisora maliense Studio Tamani.

Las protestas han derivado en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad en varios puntos de la capital, si bien por el momento no hay informaciones sobre víctimas o detenidos.

La misión de la CEDEAO afirmó tras sus reuniones y después de desvelar su propuesta que esperaba avances en este sentido antes del 31 de julio, si bien la negativa del M5-RSP y la nueva convocatoria de protestas contra el presidente parecen alejar el proceso de un acuerdo.

Ante esta situación, se espera que los presidentes de Senegal, Costa de Marfil y Níger, Macky Sall, Alassane Ouattara y Mahamadou Issoufou, respectivamente, se desplacen al país de cara a una nueva ronda de contactos el jueves.

Según las informaciones recogidas por el diario 'Nord Sud Journal', esta delegación de alto nivel participará en nuevas reuniones con Keita y el M5-RSP para intentar acercar posturas y lograr un acuerdo para solucionar la crisis.

La CEDEAO ya se implicó con éxito en 2012 en un esfuerzo de mediación de la grave crisis política desatada en el país africano a causa del golpe de Estado que puso fin al mandato de Amadou Toumani Touré, después de que las partes aceptaran su plan.

Malí es escenario de una creciente violencia yihadista, a manos de las filiales de Al Qaeda y Estado Islámico, la cual ha potenciado también una incipiente violencia de tipo comunitario que enfrenta esencialmente a peul, a los que se identifica con los terroristas, con otros grupos étnicos. A esto se suma una grave situación económica, la percibida corrupción de la clase política y ahora también el impacto de la pandemia de coronavirus.