Actualizado 08/09/2016 11:54

Renuncias y nombramientos en el Gobierno de Enrique Peña Nieto

Peña Nieto
REUTERS

   CIUDAD DE MÉXICO, 7 Sep. (Notimex/Notimérica) -

   El presidente de México, Enrique Peña Nieto, ha puesto este miércoles a José Antonio Meade al frente de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) tras la renuncia de Luis Videgaray Caso.

   Maede ejercía de titular de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) y ahora tendrá la responsabilidad inmediata de presentar al Congreso de la Unión la iniciativa de Ley de Ingresos y el proyecto de Presupuesto de Egresos para 2017, el cual deberá contribuir a la consolidación de las finanzas públicas y no propondrá nuevos impuestos ni aumento a los ya existentes.

   Con motivo del nombramiento, Luis Enrique Miranda Nava -- quien se desempeñaba como subsecretario de Gobierno en la Secretaría de Gobernación (Segob)-- es el nuevo secretario de Desarrollo Social en sustitución de Meade.

   Miranda Nava, licenciado en derecho por la Universidad Isidro Fabela, se desempeñó como vicecoordinador político del equipo de transición de Enrique Peña Nieto en 2012 y, a partir de diciembre de ese año, asumió el cargo de subsecretario de Gobierno de la Secretaría de Gobernación (Segob).

   Desde 2009 fue secretario de Gobierno en el Estado de México, cuando Peña Nieto se desempeñaba como gobernador de la entidad.

   En 2006 participó en las elecciones para la Presidencia Municipal de Toluca, Estado de México, y de 1999 a 2005 se desempeñó como director jurídico, subsecretario de Asuntos Jurídicos y secretario de Administración y Finanzas en esta entidad.

   Además, según Reuters, el subsecretario de la SHCP Fernando Aportela, presentó este mismo miércoles su renuncia al cargo tras la salida de Videgaray.

PRIORIDADES DE MEADE

   Peña Nieto dio a su nuevo líder de la SHCP cuatro instrucciones fundamentales.

   La primera, que el Proyecto de paquete económico 2017 que se presente al poder legislativo contribuya a la consolidación de las finanzas públicas, logrando por primera vez en muchos años un superavit primario.

   "Esto significa que los ingresos de la Federación deberán ser mayores que sus egresos antes de cubrir el costo financiero de la deuda pública y los pasivos garantizados por el gobierno federal".

   La segunda indicación, continuar con la aplicación de medidas de responsabilidad fiscal para contener y estabilizar el crecimiento de la deuda del sector público, como proporción del Producto Interno Bruto.

   La tercera petición de Peña Nieto para el nuevo titular de Hacienda es realizar el esfuerzo necesario para garantizar la estabilidad macroeconómica que deberá ser mediante un ajuste en el gasto público de la Federación, "es decir le tocará al gobierno de la República apretarse el cinturón, no a las familias ni a las empresas de México".

   Con ello, refrendo su firme compromiso de que no habrá nuevos impuestos ni aumentos a los existentes, insistió, el ajuste recaerá en el gobierno y no en la ciudadanía.

   La cuarta y última indicación inmediata fue no sólo contener el gasto público sino también mejorar la calidad del ejercicio, "esto significa privilegiar los proyectos de inversión y los programas sociales más efectivos contra la pobreza, así como reducir el gasto corriente y los gastos innecesarios".

EL EFECTO TRUMP

   Tras una exitosa aprobación de varias reformas en los primeros años de la administración de Peña Nieto, la gestión de Videgaray se deterioró por los bajos precios del crudo, el debilitamiento del peso y recientes alertas de las agencias calificadoras por el alto endeudamiento de la segunda economía latinoamericana.

   "Pienso que Meade tiene mejor relación con el sector privado (...) Tiene la experiencia académica, política y técnica para ser tan bueno como Videgaray como secretario, pero principalmente pienso que es más cercano a los inversionistas", ha contado Gabriel Casillas, economista de Banorte.

    El sector empresarial ya no lo veía con buenos ojos después de que no cediera a las presiones de modificar una reforma fiscal que empresarios dijeron puso a pagar más impuestos a quienes ya pagaban.

   A esto se sumó una andanada de críticas después de que varios medios señalaran a Videgaray como el alto cargo que influyó sobre Peña Nieto para que invitara al candidato republicano estadounidense Donald Trump, algo mal visto por la oposición debido a su plan de construir un muro fronterizo para detener la inmigración ilegal.

   Peña Nieta aseguró que su intención al invitarlo había sido propiciar un diálogo con el magnate, pero terminó enfrentándose con él después de la reunión cuando reiteró que México no pagará por el muro, como quiere Trump, y éste aseguró luego que sí lo pagará.

   Por si fuera poco, tras el incidente la candidata demócrata, Hillary Clinton, rechazó una invitación para reunirse con Peña Nieto en México.