Actualizado 04/08/2009 04:46

Residentes Kansas rechazan recibir presos Guantánamo

Por Carey Gillam

LEAVENWORTH, EEUU (Reuters/EP) - ¡No en mi patio trasero! ¡No en mi estado! ¡No en mi país!

Esa fue la respuesta el lunes de políticos y líderes de comercio en Kansas a las maniobras del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, para transferir a sospechosos de terrorismo desde la prisión de Bahía Guantánamo, Cuba, a instalaciones dentro de Estados Unidos, tal vez incluso Kansas.

"Claramente esta es una mala idea", comentó el senador republicano Sam Brownback a reporteros en la comunidad noreste de Leavenworth, cerca de la base Fort Leavenworth del Ejército estadounidense en Kansas, sobre la posibilidad de que los detenidos sean transferidos este fin de semana.

El Washington Post reportó el domingo que un grupo de trabajo está estudiando la posibilidad de trasladar a algunos supuestos milicianos a la prisión militar de Fort Leavenworth, Kansas, y una prisión de máxima seguridad en Standish, Michigan, que tiene previsto su cierre.

Un funcionario del Gobierno del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, confirmó el lunes que aquellos sitios están siendo evaluados pero que también hay "muchas, muchas opciones" que están siendo consideradas.

Según se ha informado, funcionarios de Gobierno han estado considerando construir una corte dentro del sitio ocupado por la prisión para evitar la necesidad de trasladar a los acusados dentro de Estados Unidos.

"No se han tomado decisiones finales de ningún tipo", precisó el portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs.

Obama ha prometido cerrar la prisión en la base naval estadounidense ubicada en Cuba, pero se ha enfrentado a una fuerte oposición de algunos congresistas al traslado a suelo estadounidense de los 240 prisioneros que siguen allí para ser juzgados.

Las duras técnicas de interrogación que algunos consideran torturas y la detención de cientos de supuestos islamistas sin juicio en la prisión, inaugurada para sospechosos de terrorismo por el ex presidente George W. Bush, han dañado la reputación de Estados Unidos en la comunidad internacional.

Sólo 11 personas han recibido cargos. Los fiscales militares estadounidenses han dicho que hay casos viables contra 66 de ellos.

Obama ha suspendido los casos iniciados en Guantánamo por su predecesor, George W. Bush, tras los atentados del 11 de septiembre del 2001, a la espera de que su gobierno revise los primeros tribunales de guerra estadounidenses desde la Segunda Guerra Mundial.

"NO" A LOS DETENIDOS

Brownback dijo que los reclusos debiesen permanecer en Guantánamo y prometió trabajar con otros miembros del Congreso para impedir que fondos sean utilizados para trasladar prisioneros a terreno estadounidense.

El y otros opositores dijeron que realizar un traslado de prisioneros a territorio estadounidense convertiría a la comunidad en blanco de ataques terroristas y destacó que Leavenworth se encuentra cerca de líneas ferroviarias y el río Misuri, que cuenta con amplio tráfico.

Además agregó que no se necesitan cambios dado que los detenidos ya son mantenidos "de forma apropiada y segura" en la cárcel emplazada en Cuba, en donde también existen instalaciones para permitir el funcionario de un tribunal.

"Esta comunidad ha hablado fuerte y claro. No quieren a los detenidos aquí", precisó el lunes el representante republicano de Estados Unidos Jerry Moran ante una conferencia de prensa.

Sin embargo, el Gobierno estadounidense argumenta que las cortes y sistemas de prisión de Estados Unidos han manejado casos de terrorismo en el pasado y podrían lidiar con los detenidos de Guantánamo. Un número de militantes condenados ya está en prisiones estadounidenses.

El Congreso ha establecido límites estrictos para el traslado de detenidos hasta que se cumplan ciertas condiciones, incluyendo informar primero a los legisladores y explicar cualquier tipo de amenazas que podrían representar los prisioneros o cómo fueron mitigadas.

El centro penitenciario militar de 134 años de antiguedad emplazado en Leavenworth ya es una instalación de alta seguridad, que podría estar más protegida por la base militar que la rodea.

Líderes de comercio en Leavenworth, emplazado a cerca de 60 kilómetros del área metropolitana de Ciudad de Kansas, enfatizan que ubicar a detenidos cerca de su comunidad disminuiría el valor de las propiedades, disuadiría el desarrollo de nuevos negocios y pondría en riesgo a los residentes.

"No tememos que los prisioneros se escapen", comentó Tim Holverson, vicepresidente ejecutivo de la Cámara de Comercio de Leavenworth-Lansin. "Estamos más preocupados de que sus amigos intenten rescatarlos. No queremos ser un blanco", precisó.

(Traducido por Redacción Madrid, editado por Hernán García)