BEIRUT (Reuters/EP) - Resultados oficiales divulgados el lunes confirmaron que la coalición política respaldada por Estados Unidos ganó las elecciones parlamentarias de El Líbano, en una votación adversa para Hezbollah y sus aliados.
En una conferencia de prensa, el ministro del Interior, Ziad Baroud, leyó los resultados que mostraron que la coalición antisiria había ganado en los comicios del domingo una mayoría de los 128 escaños del Parlamento.
Los resultados anunciados por el ministro dieron al bloque prooccidental de Saad al Hariri 71 escaños en el Parlamento de 128 diputados, frente a los 57 logrados por la alianza opositora formada por las facciones chítas de Hezbollah y Amal con el líder cristiano Michel Aun.
El total de Hariri incluye a tres independientes que concurrieron en su lista a las elecciones del domingo, que muchos habían pronosticado que ganarían por un escaso margen Hezbollah y sus aliados.
El resultado renovó el mandato de Hariri cuatro años después de unos comicios que siguieron a la salida de las tropas sirias de Líbano en medio de un malestar general por el asesinato de su padre, el estadista Rafik al Hariri.
La votación fue un revés para Siria e Irán, que apoyan a Hezbollah, y una buena noticia para Estados Unidos, Arabia Saudí y Egipto, que respaldan al bloque "14 de Marzo", nombre de la fecha de la enorme manifestación en contra de la presencia militar siria en el 2005.
Estados Unidos no hizo declaraciones por el momento, pero Francia, otro defensor del bloque, elogió el buen funcionamiento de los comicios, que se celebraron de forma pacífica.
"Esta votación, marcada por un alto nivel de participación, ilustra la vitalidad de la democracia libanesa", dijo el Ministerio de Relaciones Exteriores francés. Expresó la confianza de que el presidente Michel Suleiman lleve a cabo una rápida formación de un nuevo gobierno que "lleve al país por la senda de las reformas".
Hezbollah y Amal se llevaron el voto en las principales áreas chiítas, pero fueron derrotadas por Aun en los distritos claves cristianos de Zahleh y Ashrafiyeh, privando a la alianza de la mayoría que buscaban.
Hariri, un musulmán sunita, emergió como favorito para encabezar el próximo Gobierno, tras seguir los pasos de su padre asesinado, que como primer ministro supervisó la reconstrucción de Líbano tras la guerra civil.
El líder de Amal y presidente del Parlamento, Nabih Berri, dijo que aceptaba totalmente los resultados y felicitó a los ganadores.
"Líbano ha derrotado a todas las apuestas de caos y lucha y de nuevo se ha ganado su existencia y reputación como un país democrático", dijo.
Las facciones rivales en Líbano se enfrentan por la guerrilla de Hezbollah, más poderosa que el ejército libanés, y por las relaciones con Siria, que dominó Líbano durante tres décadas hasta el 2005.