Actualizado 05/08/2009 07:12

RESUMEN 2-Colombiano Uribe recibe apoyo y críticas al abrir gira

Por Carlos A. Quiroga y Patricia Vélez

LA PAZ/LIMA (Reuters/EP) - El presidente colombiano, Alvaro Uribe, recibió firme apoyo en Perú y duras críticas en Bolivia, al iniciar el martes una gira sudamericana en busca de aplacar los temores desatados por un plan que daría a Estados Unidos derecho a usar siete bases militares en Colombia.

El principal aliado de Washington en Latinoamérica tenía previsto visitar el miércoles y jueves a sus pares de Argentina, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay, en una sorpresiva gira de la que excluía a Ecuador y Venezuela, cuyos gobiernos hicieron las críticas más duras al plan colombo-estadounidense.

El periplo, a menos de una semana de una cumbre de la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur), comenzó positivamente para Uribe en Lima, donde el presidente peruano le dio un abierto respaldo, pero tropezó horas más tarde con la posición "anti imperialista" del líder izquierdista boliviano Evo Morales.

El presidente indígena altiplánico, un estrecho aliado del venezolano Hugo Chávez y el ecuatoriano Rafael Correa, dijo que ratificó a Uribe su rechazo a cualquier base militar estadounidense en Latinoamérica, durante su encuentro de más de una hora en la noche del martes en La Paz.

"Como víctima le dije que me siento agredido por la presencia de militares estadounidenses en Colombia", declaró Morales, otrora un perseguido líder de los productores de coca, tras despedir a Uribe en el palacio gubernamental de La Paz.

El mandatario colombiano dejó La Paz sin más declaraciones que un breve saludo a los reporteros y un agradecimiento al "espacio de diálogo" con Morales, del cual no dio mayores señas.

Morales, en cambio, dejó claras sus objeciones: "Es mi vivencia, no aceptamos militares norteamericanos en Bolivia y nuestro pedido es que siempre sea así en Latinoamérica", dijo, anunciando que propondrá a la cumbre de Unasur, "una resolución (para) que no se acepte ninguna base militar extranjera en Sudamérica o Latinoamérica".

El presidente boliviano reveló que Uribe le anunció que no irá a la cumbre de la Unasur en Quito y, ante la posibilidad de que esto ponga en riesgo al grupo regional, planteó la necesidad de una reunión reservada de los presidentes sudamericanos para analizar la situación.

"Antes se acusaba de todo a Fidel (Castro, el líder comunista cubano) desde Estados Unidos y ahora siento que desde Colombia se acusa al presidente Chávez como también al presidente de Ecuador (...), el tema principal es la presencia de militares extranjeros en Colombia", afirmó.

Bogotá prevé firmar este mes una extensión a su acuerdo militar con Washington, que incluiría el uso de siete bases de la fuerza armada colombiana por parte de soldados estadounidenses, más que las tres instalaciones que habían revelado en julio las autoridades colombianas.

APOYO PERUANO

En Lima, el presidente Alan García se solidarizó con Uribe ante lo que definió como "situaciones enojosas que presentan a Colombia lamentablemente como víctima de algunos hechos que no deberían ocurrir".

"Creo que la historia va a reconocer mucho y muy pronto cuánto se ha hecho en favor no sólo de Colombia sino del modelo democrático de nuestro continente gracias al esfuerzo desplegado por el presidente Uribe y su Gobierno", dijo García tras recibir durante casi una hora al mandatario colombiano, con quien abraza políticas comunes de libre mercado y de cercanía con Estados Unidos.

El plan de Colombia ha generado críticas en varios gobiernos de la región, principalmente de su vecina Venezuela, donde Chávez acusa a Washington de querer montar en Colombia una plataforma desde la cual "atacar" a sus vecinos en la región.

El plan de Colombia, el mayor productor mundial de cocaína y a la vez principal aliado de Washington en el continente, que lleva décadas luchando contra las guerrillas izquierdistas que se nutren del narcotráfico, ha generado preocupación también en los Gobiernos moderados de Brasil y Chile.

Brasilia y Santiago pidieron, según Ecuador, que se analice el tema en la reunión de la Unasur y se llame a un Consejo Sudamericano de Defensa, probablemente para fines de agosto.

Quito dio por terminados en julio los vuelos estadounidenses de interdicción al narcotráfico que se hacían desde una base militar en la costa del Océano Pacífico.

Desde entonces, Washington negocia relocalizar esas operaciones en Colombia, que ha recibido miles de millones de dólares en ayuda militar de Estados Unidos para combatir el narcotráfico y a los rebeldes izquierdistas.

Recientes acusaciones de que Venezuela habría dado un arsenal al grupo guerrillero Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), el mayor del país y considerado como terrorista por Estados Unidos y Europa, provocaron que el Gobierno de Chávez congelara las relaciones con su vecino.

Chávez ha rechazado los señalamientos y amenazó el mes pasado con romper las relaciones definitivamente y expropiar activos colombianos en Venezuela si siguen las acusaciones.

Para el canciller de Ecuador, Fander Falconí, el plan de Bogotá con Washington "fomenta una actitud militarista" cuando esa posición se está buscando erradicar de la región y cuestionó la gira emprendida por Uribe.

Quito mantiene rotas sus relaciones diplomáticas con Bogotá desde hace más de un año, tras una incursión militar colombiana a la selva ecuatoriana para destruir una campamento de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

(Con colaboración de Alexandra Valencia en Quito y de Nelson Bocanegra en Bogotá. Editado por Silene Ramírez)