Actualizado 09/08/2009 01:21

RESUMEN1-Irán acusa a decenas de participar en complot Occidente

Por Zahra Hosseinian y Parisa Hafezi

TEHERAN (Reuters/EP) - Un tribunal iraní acusó el sábado a una mujer francesa, a dos empleados locales de las embajadas británica y francesa en Teherán y a decenas más de espiar y participar en un complot occidental para derrocar a los líderes clericales.

La Unión Europea (UE), Francia y Gran Bretaña condenaron el juicio.

Suecia, que ostenta la presidencia de la Unión Europea, dijo en un comunicado "acciones contra un país, ciudadano o miembro del personal de la embajada de la UE, es considerada una acción contra toda la UE".

"Este es obviamente un juicio montado dirigido contra la Unión Europea", dijo a Reuters el ministro de Relaciones Exteriores sueco, Carl Bildt.

Fue el segundo juicio masivo que busca desarraigar a la oposición moderada y poner fin a las manifestaciones generadas tras la elección del 12 de junio.

Al menos 26 manifestantes han muerto y veintenas fueron arrestados en la violencia post electoral. Los moderados dicen que la elección fue manipulada para que ganara el presidente Mahmoud Ahmadinejad, pero funcionarios dicen que fueron las "más justas" desde la Revolución Islámica de 1979.

Las protestas han expuesto profundas brechas dentro del sistema clerical en Irán, el quinto productor de petróleo más grande del mundo.

La ciudadana francesa Clotilde Reiss fue acusada de "actuar contra la seguridad nacional al participar en los disturbios (...) reunir noticias e información y enviar fotos de los disturbios al extranjero", reportó la agencia estatal de noticias IRNA.

El espionaje y actuar contra la seguridad nacional son punibles con la muerte bajo la ley islámica de Irán.

Reiss confesó sus "errores" y pidió clemencia, apuntó IRNA. Nazak Afshar, un empleado iraní en la embajada francesa, también fue acusado de "brindar información sobre los disturbios de la votación a extranjeros".

"No estábamos autorizados por la embajada a asistir a manifestaciones pero nos dijeron que diéramos refugio a manifestantes si era necesario", indicó Afshar.

El empleado de la embajada británica, Hossein Rassam, fue acusado de espionaje y confesó haber entregado información sobre los disturbios a Washington, informó la agencia estatal.

"Al personal local sus superiores en la embajada británica le pidieron que asistiera a los disturbios", dijo Rassam a la corte según fue citado por IRNA. Rassam fue liberado bajo una fianza de 100.000 dólares el 19 de julio.

SOLIDARIDAD UE

La policía anti disturbios utilizó la fuerza para aplacar las protestas al exterior de la sala realizadas por parientes.

"Familiares de los acusados y un gran grupo de personas se congregaron el sábado frente al edificio de la corte. Cuando cantaron 'Allahu Akbar' (Dios es grande), la policía anti disturbios los atacó para dispersar la multitud", describió la página web reformista Mosharekat.

Reiss, detenida en la prisión Evin de Teherán, fue arrestada en el aeropuerto de Teherán el 1 de julio bajo cargos de espionaje cuando salía del país luego de pasar cinco meses como asistente de educación de francés en la ciudad de Isfahan.

La televisión mostró a Reiss, vistiendo una túnica negra y un velo islámico sobre el cabello, sentada en la primera fila de la sala. No quedó claro si tenía un traductor cuando se le leyó la acusación.

"Escribí un reporte de una página sobre la situación en Isfahan (...) y se lo entregué a la sección cultural de la embajada francesa", citó IRNA a Reiss mientras hablaba en la corte.

Gran Bretaña señaló previamente que el juicio al empleado de su embajada era un "escándalo".

El secretario de Relaciones Exteriores británico, David Miliband, dijo que había recibido apoyo de Francia y Suecia, que ostenta la presidencia de la Unión Europea.

"Hemos reafirmado nuestra solidaridad ante esta reciente provocación iraní", indicó.