Actualizado 19/07/2009 22:57

Retoman accidentadas negociaciones por crisis en Honduras

Por Ana Isabel Martínez y John McPhaul

SAN JOSE (Reuters/EP) - Las negociaciones para superar la crisis política surgida del golpe de Estado en Honduras se reanudaron con tropiezos el domingo, con delegados del depuesto presidente Manuel Zelaya y del Gobierno interino enfrentados sobre la propuesta de devolverle el poder al mandatario.

Después de horas de reuniones el sábado, el mediador en el conflicto, el presidente costarricense Oscar Arias, advirtió que todavía había diferencias entre las misiones de Zelaya y el presidente interino, Roberto Micheletti.

Arias, premio Nobel de la Paz, dijo el sábado por la noche que ambas partes realizarían consultas con sus jefes para retomar el diálogo y los exhortó a "hacer un esfuerzo de flexibilidad para acercar las posiciones".

El escollo principal en las negociaciones para superar la peor crisis política en Centroamérica en dos décadas es la restitución de Zelaya en el poder, propuesta por Arias y exigida por Naciones Unidas y casi toda la comunidad internacional.

El mediador propuso restituir a Zelaya hasta el término de su mandato a fines de enero, formar un Gobierno de coalición, adelantar los comicios, declarar amnistía para los delitos políticos y la renuncia del depuesto mandatario a hacer un referéndum sobre la reelección.

Pero después de estar reunidos casi todo el día, las delegaciones no llegaron a acuerdos el sábado y protagonizaban otra jornada de negociaciones el domingo.

"(El asunto es) si la comisión del gobierno golpista acepta la propuesta Arias o la rechaza, si la acepta seguimos eternamente todas las horas que sean necesarias para discutir punto por punto, si la rechaza se termina", dijo el domingo Arístides Mejía, delegado de Zelaya.

Sin embargo, cuando las delegaciones se volvieron a sentar a la mesa el domingo, las cosas no comenzaron bien.

La delegación de Micheletti acusó a Zelaya de mala fe, luego de que en una entrevista publicada el sábado por el diario Folha de Sao Paulo el depuesto presidente diera a entender que si vuelve al poder seguiría con sus intentos de realizar una consulta popular.

El referendo, que fue declarado ilegal por la justicia de Honduras e irritó a los opositores y hasta a muchos partidarios de Zelaya, fue lo que llevó a militares y al Congreso del país centroamericano a dar un golpe de Estado contra el presidente.

"El día de hoy el mundo entero es testigo de las declaraciones de don Zelaya Rosales diciendo que no puede desistir de una convocatoria a la Asamblea Nacional Constituyente (...) eso desautoriza el espíritu de las conversaciones", dijo Arturo Corrales, delegado de Micheletti.

La entrevista fue publicada el domingo por el periódico, pero según el periodista del Folha que la hizo, el encuentro con Zelaya fue el viernes, antes de que la propuesta de Arias se pusiera sobre la mesa y que las delegaciones se reunieran.

La delegación de Zelaya aceptó los siete puntos de la propuesta de Arias, pero la de Micheletti no acepta el regreso de derrocado presidente al poder.

"Si quiere volver a Honduras puede hacerlo, pero para someterse a las autoridades judiciales (...) no podemos hablar de restituir a una persona que ya fue destituida", dijo Mauricio Villeda, miembro de la misión del Gobierno interino, a una radio local tras terminar la reunión del sábado.

Zelaya, que dice que el golpe fue liderado por las élites que se le oponen, ha dado un ultimátum para que se alcance un acuerdo que resuelva la crisis en estas negociaciones, que debe incluir su regreso a la silla presidencial.

REGRESO DE ZELAYA A HONDURAS

Si fracasan las conversaciones, apoyadas por Estados Unidos y criticadas por el presidente venezolano Hugo Chávez, el mandatario derrocado ha dicho que regresará a Honduras para reclamar la presidencia pese a amenazas de arresto, lo que según analistas podría generar violencia en un país dividido.

"Si no aceptan la restitución, me temo que se terminará el espacio de diálogo y el presidente verá la forma de ingresar a territorio hondureño", dijo el domingo a Reuters una asistente de la familia de Zelaya.

Mientras tanto, el Gobierno interino había desplegado soldados en distintos puntos de Honduras por el posible regreso de Zelaya y extendió el toque de queda al lunes desde la medianoche hasta las 0430 hora local (1030 GMT) de ese día.

Zelaya se había mostrado el sábado dispuesto a aceptar la propuesta del Gobierno de coalición nacional, pero luego un asesor cercano al líder hondureño indicó que esto sólo se daría si la administración de unidad no incluye a quienes participaron del golpe en su contra.

Esta propuesta tampoco sería aceptada por las autoridades de facto, que sostienen que el depuesto presidente violó la ley, por lo que es imposible que regrese al poder para liderar un Gobierno de integración.

Simpatizantes del derrocado presidente planeaban manifestaciones de apoyo el domingo y de cara a las negociaciones en Costa Rica, mientras que un portavoz del Ministerio de Seguridad dijo que una granada explotó la noche del sábado frente al Colegio de Abogados, sin causar víctimas.

"Es un acto de buena voluntad que Manuel Zelaya haya aceptado los puntos de la propuesta de Arias", dijo a Reuters Rafael Barahona, líder de protestas del Partido Liberal y el Frente Nacional Contra el Golpe de Estado.

"Tenemos que ver qué avances hay en el diálogo", añadió y dijo que se realizará una protesta en el departamento de Santa Bárbara, al noroeste de Honduras.