RÍO DE JANEIRO, 11 Nov. (Notimérica) -
La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, ha dado luz verde a una medida provisional para frenar la huelga de camioneros, aumentando las multas para quienes promuevan, restrinjan o perturben la circulación.
Si antes las multas eran de casi 2.000 reales (533 dólares) a partir de este miércoles serán de 5.746 (unos 1.500 dólares) y para los que organicen los bloqueos el castigo puede llegar a 19.000 reales (5.000 dólares), cifra que puede doblarse en caso de reincidencia.
Rousseff ha dicho que reivindicar es un derecho de todo el mundo, pero que Brasil es un país responsable: "Impediremos cualquier daño a la economía popular, y obstruir el tráfico es un delito", ha remarcado este miércoles en Río de Janeiro durante una visita a las obras del metro.
La huelga, iniciada el pasado lunes, ha bloqueado en su segunda jornada carreteras de, al menos, ocho estados, aunque el ministro de Justicia, José Eduardo Cardozo, ha remarcado que a pesar de que la movilización ha perdido fuerza ha autorizado el uso de la Fuerza de Seguridad Nacional para ayudar a desbloquear las carreteras.
En opinión de Cardozo, la movilización de los camioneros es un movimiento "claramente político" orquestado para desgastar a Rousseff, y ha descartado que se pueda negociar nada porque sin una pauta de reivindicaciones no hay diálogo posible.
Los camioneros, en cambio, sí que han dejado claro desde el principio que quieren que se abarate el precio de la gasolina diésel, que se faciliten las condiciones para la compra de vehículos y que se acaben con las diferencias entre estados en términos salariales, entre otras medidas.