Actualizado 09/06/2015 21:39

Rousseff promete 64.000 millones en infraestructuras y relanza su segundo mandato

Dilma Rousseff
Foto: RICARDO MORAES / REUTERS

RÍO DE JANEIRO, 9 Jun. (Notimérica) -

   La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, ha lanzado este martes un ambicioso plan de infraestructuras dotado con 198.000 millones de reales (alrededor de 64.000 millones de dólares) para modernizar los  aeropuertos, estaciones de tren y de autobús, vías férreas y puertos brasileños y que ella misma considera como el verdadero pistoletazo de salida de su segundo mandato, que empezó en enero.

   Las líneas de tren, con 86.400 millones de reales (27.800 millones de dólares) copan la mayor parte de las inversiones, y entre ellas destacan la construcción de una vía entre Río de Janeiro y la capital del estado de Espírito Santo, Vitória, además del ya anunciado proyecto bioceánico que pretende unir la costa de Brasil con la de Perú con ayuda de la inversión china.

   Pero paliar el déficit de tren que tiene el gigante suramericano no será fácil, ya que hace tres años se anunció la construcción de 10.000 kilómetros de vías y a día de hoy no se ha inaugurado ningún tramo, en buena parte debido a las complicadas condiciones que las empresas constructoras tenían que asumir, algo que, por ejemplo, acabó con el proyecto de un tren de alta velocidad entre Río de Janeiro y São Paulo.

   En esta ocasión el Gobierno intentará que no pase lo mismo cambiando las condiciones para animar la participación de las empresas, y habrá tres opciones para el modelo de concesión: vence la empresa que ofrezca al Gobierno más valor por el derecho de explotación, la que ofrece la menor tarifa o la que ofrece inversiones compartidas.

   Las autovías recibirán 66.100 millones de reales (21.300) para su modernización y el Gobierno prevé subastar al mejor postor un total de 15 tramos de carreteras, casi 7.000 kilómetros en total.

   En los puertos se prevén inversiones por valor de 37.400 millones de reales (12.000 millones de dólares), se alquilarán a empresas privadas 50 zonas de puertos públicos y se autorizará la construcción de 63 puertos privados.

   Finalmente, los aeropuertos son las infraestructuras que recibirán menos recursos (8.500 millones de reales, 2.700 millones de dólares), y se entregarán a la iniciativa privada aeropuertos de ciudades tan importantes como Salvador de Bahía, Porto Alegre, Fortaleza y Florianópolis, al tiempo que la estatal Infraero reducirá su presencia en la gestión de otros cinco aeródromos.

   El llamado Plan de Inversión en Logística (PIL) es también una manera de imponer una agenda positiva en el Gobierno, que en sus primeros meses de vida ha estado marcado por el escándalo de corrupción de Petrobras, los malos datos de la economía y los primeros recortes de esta nueva era de austeridad, lo que sumado hace que Rousseff tenga una popularidad bajo mínimos.

   "Nuestro gobierno no es de cuatro meses, sino de cuatro años. Por lo tanto, estamos en la línea de salida, no de llegada", ha dicho la presidenta junto a la plana mayor de su Ejecutivo para contrarrestar el pesimismo, remarcando que ve el plan de infraestructuras como una forma de "pasar página de forma realista" para que el país supere las dificultades de la crisis.

   Además, ha aprovechado para justificar los recortes capitaneados por su ministro de Economía y Hacienda, Joaquim Levy, criticados incluso en fotos internos del Partido de los Trabajadores (PT): "Nuestras políticas anticíclicas llegaron a un límite. Hacemos ajustes para crecer, y simultáneamente lanzamos programas ambiciosos en el área de infraestructura y social", ha asegurado.