LONDRES, 20 May. (EUROPA PRESS) -
El Tesoro británico ha vendido por primera vez en su historia bonos con una tasa de interés negativa, por lo que los compradores recibirán al vencimiento una cantidad inferior a la invertida, ante las crecientes expectativas de que el Banco de Inglaterra continúe relajando su política monetaria, que mantiene los tipos de interés en el mínimo histórico del 0,1%, y llegar a explorar la aplicación de tipos negativos.
Según los datos de la Oficina de Gestión de la Deuda del Reino Unido, el Tesoro británico ha colocado este miércoles 3.750 millones de libras esterlinas (4.195 millones de euros) en bonos con vencimiento a tres años con un tipo de interés del -0,003%, frente al 0,101% de la anterior subasta comparable. La demanda ha superado en 2,15 veces la oferta de papel, ligeramente por debajo de las 2,59 veces de la anterior operación.
En diciembre de 2016, Reino Unido había colocado por primera vez deuda a un tipo de interés negativo al vender letras a un mes al -0,1038%, pero hasta hoy nunca había 'cobrado' por financiarse a largo plazo.
La semana pasada, la rentabilidad exigida en los mercados a los bonos con vencimiento a dos años, considerados un indicador sensible de las expectativas sobre la evolución de los tipos de interés del Banco de Inglaterra, cayeron hasta un mínimo del -0,051% ante la expectativa de más bajadas del precio del dinero en Reino Unido.
Esta mañana, la Oficina Nacional de Estadística del Reino Unido había informado de que la tasa de inflación británica se moderó en abril al 0,8% desde el 1,5% de marzo, la menor subida interanual de los precios en prácticamente cuatro años, añadiendo presión para la futura intervención del Banco de Inglaterra.
El pasado 7 de mayo, el Comité de Política Monetaria del Banco de Inglaterra decidió por unanimidad mantener el tipo de interés de referencia para sus operaciones en el mínimo histórico del 0,1%, mientras que acordó por una mayoría de 7 a 2 seguir adelante sin cambios con su actual programa de compra de activos por importe de 645.000 millones de libras esterlinas (722.000 millones de euros).
En su análisis, la institución ya anticipaba que la inflación probablemente bajaría del 1% en los próximos meses como reflejo de la evolución de los precios del petróleo, aunque subrayó su disposición para tomar más medidas, según sea necesario, para apoyar la economía y garantizar un retorno sostenido de la inflación a la meta del 2%.
En cuanto a la evolución de la economía, el Banco de Inglaterra prevé que la economía del Reino Unido sufra en 2020 la mayor recesión desde 1706, con una caída del PIB del 14% en el conjunto del año, incluyendo una contracción del 2,9% en el primer trimestre y de hasta un 25% en el segundo, como consecuencia de las medidas de reclusión y distanciamiento social implementadas para frenar la pandemia de Covid-19.