Por Amie Ferris-Rotman
MOSCU (Reuters/EP) - Un año después de enfrentarse en una guerra contra Georgia, Rusia fortaleció la preparación de combate de sus tropas en la región rebelde de Osetia del Sur el martes y advirtió a Estados Unidos que no arme a Georgia.
"Las provocaciones del lado georgiano antes del aniversario de los eventos de agosto del año pasado no cesan", dijo en un comunicado Andrei Nesterenko, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores ruso, en referencia a la guerra de cinco días con Georgia.
"En conexión con esto, hemos elevado la preparación para el combate de las tropas y guardias de frontera rusos", apuntó.
Osetia del Sur acusó a las fuerzas georgianas de disparar morteros al territorio rebelde la semana pasada, subrayando las tensiones latentes en una región que según los analistas podrían conducir a una nueva guerra.
Tiflis negó el cargo y monitores de la Unión Europea dijeron que "no habían visto evidencia" que confirmara los ataques de morteros.
El viceministro de Relaciones Exteriores ruso, Grigory Karasin, criticó el martes a Estados Unidos y Ucrania por rearmar a Georgia, una ex república soviética.
"Es muy lamentable que los estadounidenses inflamen más la maquinaria militar del (presidente georgiano) Mikheil Saakashvili", dijo a la agencia de noticias Interfax.
"Washington está jugando un rol clave en el rearme de la máquina de guerra georgiana", dijo Karasin, añadiendo que Moscú "no iba a quedarse mirando cómo un régimen impredecible vuelve a ser armado abiertamente en nuestras fronteras del Cáucaso".
Agregó que Ucrania, país que aspira a ingresar a la OTAN, es "poco amigable" con Rusia porque es uno de los suministradores de armas "más activos" para Georgia.
"Creemos que el liderazgo ucraniano ha adoptado una postura en el suministro militar a Georgia que es poco amigable con nosotros", apuntó.
Karasin dijo que Rusia iba a tomar medidas para "deliberadamente frustrar" la entrega de armas a Tiflis.
Las tensiones han aumentado en Osetia del Sur a pocos días del aniversario de la guerra, el 7 de agosto, y la UE instó a ambas partes a ejercer la moderación.