MADRID, 12 Nov. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de Venezuela y la Asamblea Nacional cubana condenaron este viernes el asalto perpetrado por las fuerzas de seguridad marroquíes al campamento de protesta instalado a las afueras de El Aaiún, capital del Sáhara Occidental, y que ha derivado en incidentes violentos en la zona.
El Ejecutivo de Hugo Chávez mostró a través de un comunicado su "preocupación y rechazo" ante los "violentos acontecimientos" de los últimos días, al tiempo que recuerda los "principios de soberanía, autodeterminación de los pueblos y respeto a los Derechos Humanos".
Caracas "demanda al cese de la violencia contra la población saharaui" y reclama que se resuelva el conflicto "por la vía pacífica", especialmente cuando ambas partes están realizando "encomiables esfuerzos" en este sentido bajo el paraguas de Naciones Unidas.
Por su parte, el Parlamento de Cuba también condenó el desalojo del campamento de Gdeim Izik a través de una declaración difundida por la prensa oficial. Este texto califica el asalto de un "alevoso crimen cometido contra manifestantes pacíficos" y pide al Consejo de Seguridad de la ONU que ejerza "toda su influencia para detener estas acciones". Además, solicita a Naciones Unidas que abra una "exhaustiva investigación".