En Burkina Faso, unas 4.000 personas abandonan cada día sus hogares debido a la violencia
MADRID, 21 Feb. (EUROPA PRESS) -
El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) ha expresado este viernes su "alarma" ante el "aumento dramático" en el número de desplazados y refugiados en los países del Sahel ante los cada vez más frecuentes ataques contra civiles en esta región de África, en la que además de grupos yihadistas también operan otros grupos armados así como las fuerzas de seguridad.
"ACNUR y sus socios se están enfrentando a graves desafíos de acceso y para responder a las necesidades de los desplazados internos y los refugiados diseminados en toda la región del Sahel, mientras los ataques contra civiles aumentan en número y frecuencia", ha explicado en Ginebra el portavoz de la agencia de la ONU, Andrej Mahecic.
Según el portavoz, en ACNUR están "alarmados por el dramático aumento del desplazamiento forzado" por lo que ha hecho un llamamiento a proteger "a la población civil y a los que huyen de la violencia". Además, ha recordado que "los trabajadores humanitarios necesitan acceso seguro para distribuir asistencia".
El caso más dramático es el de Burkina Faso, donde "los últimos ataques de milicianos contra civiles y autoridades locales han forzado de media a unas 4.000 personas a dejar sus hogares desde el 1 de enero", ha precisado. "Aterrorizados por los ataques, los residentes han dejado todo atrás para encontrar un lugar seguro", ha subrayado.
En total, en el país hay 765.000 desplazados, una cifra que multiplica por diez la que había en enero de 2019 y que ha aumentado en 150.000 personas "en las tres últimas semanas", ha añadido Mahecic.
Por otra parte, más de 4.400 refugiados han llegado a Malí desde Níger para escapar de "la reciente ola de ataques en las regiones de Tillaberi y Tahoua", en el oeste. Ya en Malí, se han sumado a los otros 7.700 desplazados malienses que había en esta misma zona mientras "más personas siguen cruzando la frontera" entre los dos países, ha indicado el portavoz.
Además, otras 10.000 personas que vivían en las zonas fronterizas "inseguras" han huido buscando refugio más al sur dentro de Níger, donde están recibiendo asistencia. En total, según Mahecic, en las regiones de Tillaberi y Tahua hay 58.000 refugiados de Malí y 82.000 desplazados internos.
En lo que se refiere a Malí, el portavoz se ha referido al reciente ataque en Ogossagou, en el que murieron 30 personas, donde "la población está asustada y quiere huir a un lugar seguro". La localidad albergaba además a desplazados llegados de otras localidades pese a que ya había sido escenario de la matanza de unas 160 personas el pasado marzo.
Además, para escapar de la violencia en la región central de Segou, unos 1.000 malienses han cruzado la frontera con Mauritania en los diez últimos días, "un incremento notable frente a la media semanal de unos 50 refugiados que normalmente procedían del norte de Malí", ha explicado el portavoz de ACNUR.
"En toda la región, los supervivientes de ataques, aquellos forzados a escapar dentro de su país y los refugiados necesitan seguridad, cobijo, comida y agua", ha subrayado Mahecic. "También hacen falta con urgencia ropa y otros bienes básicos, incluidos kits para mujeres y niñas", ha añadido.
Igualmente, según el portavoz de ACNUR, es prioritario "el acceso a saneamiento, atención sanitaria, incluido apoyo psicosocial para los que han huido o han sido testigos de atrocidades". Además, la respuesta humanitaria "también está dirigida a las comunidades de acogida, ya que a menudo son los primeros en responder pese a estar ellos mismos en una situación de pobreza", ha remarcado.