Publicado 10/02/2020 18:37

El Salvador.- Bukele acusa a los diputados opositores de frenar la lucha contra las pandillas por sus vínculos con ellas

El presidente de El Salvador, Nayib Bukele
El presidente de El Salvador, Nayib Bukele - GETTY IMAGES / POOL - Archivo

La oposición anuncia "acciones nacionales e internacionales para defender la democracia" en El Salvador

MADRID, 10 Feb. (EUROPA PRESS) -

El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, ha acusado este lunes a los diputados opositores de bloquear los fondos para financiar la siguiente fase de su Plan de Control Territorial, con el que busca derrotar a las pandillas, por sus supuestos vínculos con ellas, en el marco de la escalada de tensión en el país.

"No condenan que los diputados tengan secuestrados los fondos de la seguridad, mientras financian pandillas y les prestan polígonos de tiro para entrenarlos a matar a los salvadoreños", ha dicho en una serie de mensajes de Twitter.

En cambio, les ha reprochado, "condenan el acto de ayer, cuando no se quebró un solo vidrio, ni se manchó un solo muro". "En el evento de ayer no hubo ni siquiera un golpeado, mucho menos un disparo o un mueble roto", ha enfatizado.

Bukele ha denunciado que, "tristemente", en El Salvador "siempre ha habido ciudadanos de primera y de segunda clase". "Nos convirtieron en el país más peligroso del mundo" dejando "decenas de miles de salvadoreños asesinados" con "armas compradas con dinero que salió de los partidos políticos", ha ilustrado.

El mandatario salvadoreño ha estimado que "lo más triste es que muchos de los que los defienden no gozan de esos privilegios, no tienen escoltas, y probablemente hasta han sido víctimas de la delincuencia que los diputados no quieren combatir", pero "están tan acostumbrados a defender al patrón que ya ni se dan cuenta".

A este respecto ha querido destacar que los diputados estuvieron doce horas sin guardaespaldas "y hasta pidieron intervención internacional por esa 'gravísima violación a sus derechos'". "¿Y el 99 por ciento de los salvadoreños, que no tienen guardaespaldas? (...) ¿Por qué ellos no merecen seguridad?", ha planteado.

A pesar de esta "hipocresía", Bukele ha confiado en que "al final, cuando las aguas se calmen --como todo--, quedará claro quiénes estamos luchando por el pueblo y quiénes no", ya que, "por el contrario, financian delincuentes, al mismo tiempo que bloquean los fondos para nuestros policías y nuestros soldados y para proteger a los salvadoreños".

CRISIS POLÍTICA

El Salvador se ha adentrado en los últimos días en una crisis política sin precedentes por el pulso entre Bukele y la Asamblea Legislativa, controlada por la oposición, a cuenta del plan del Gobierno contra las pandillas.

Bukele, que llegó al cargo el 1 de junio, ha lanzado un Plan de Control Territorial a desarrollar en tres fases con un coste de más de 575 millones de dólares. Ahora se disponía a iniciar la tercera fase, destinada a "modernizar" a las Fuerzas Armadas y la Policía, para lo cual necesitaba que el Congreso diera luz verde a un préstamo de 109 millones de dólares preconcedido por el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE).

Los diputados se negaron en una votación celebrada el jueves. Tras ello, Bukele convocó para el domingo siguiente una sesión extraordinaria de la Asamblea Legislativa haciendo uso de un artículo constitucional ideado par "cuando los intereses de la República lo ameriten". El Congreso consideró que la urgencia no era tal, por lo que la oposición avanzó que no iría.

El domingo, policías y militares fueron a buscar a sus casas a los diputados, pese a lo cual muchos rehusaron ir a la Asamblea Legislativa. La sesión se celebró con apenas una veintena de diputados y la presencia de las fuerzas de seguridad, fuertemente armadas, dentro y fuera del Congreso. "Yo le pregunté a Dios y me dijo: 'Paciencia'", dijo Bukele a sus seguidores. "Si estos sinvergüenzas no aprueban el Plan de Control Territorial, los volveremos a convocar el día domingo (...) Una semana más les vamos a dar", indicó.

"No se vale la militarización al interior de la Asamblea Legislativa. Creo que eso no debe volver a suceder", ha dicho este lunes el fiscal general, Raúl Melara, en una entrevista concedida a Frente a Frente.

Melara ha adoptado un tono conciliador con el que ha instado a las partes, Gobierno y oposición, a "dejar de lado cualquier ego que tengan y ver lo que más conviene al país". "Se debe llegar a consensos y debe existir respeto entre órganos de Estado", ha reclamado.

"AUTOGOLPE"

Por su parte, el partido conservador ARENA, la primera fuerza del Congreso, con 37 de 84 escaños, ha condenado la "militarización" de la sede legislativa y ha exigido a Bukele "desmontar de inmediato el proceso de autogolpe".

ARENA, que inicialmente aprobó el préstamo del BCIE pero dio marcha atrás en el último minuto alegando que necesitaba más tiempo para estudiarlo, ha asegurado que aún está "abierta" a su "eventual aprobación" pero "sin armas".

"Todos queremos la seguridad del país y estamos trabajando en eso", ha declarado en un comunicado en el que ha avanzado que emprenderá "acciones nacionales e internacionales para defender la democracia y el orden constitucional".

"Al pueblo salvadoreño les garantizamos que actuaremos con sensatez, responsabilidad, dialogando y apegados al Estado de Derecho para resolver este difícil momento", ha prometido la Alianza Republicana Nacionalista.

El Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional (FMLN), la otra gran fuerza opositora, con 23 escaños, ha denunciado a Bukele por un delito de sedición que ya está siendo analizado por la Fiscalía, según ha confirmado Melara.

Entretanto, el presidente de la Asamblea Legislativa, Mario Ponce, ha suspendido "hasta nuevo aviso" la sesión extraordinaria de este lunes. "Los diputados están ofendidos, así que castigarán al pueblo no aprobando los fondos que prometieron aprobar hoy. De nuevo mintieron", ha espetado Bukele.