Publicado 30/09/2016 22:59

El Salvador.- La violencia de las pandillas resucita el drama de los desplazados internos en El Salvador

Desplazados internos en El Salvador
REUTERS

CALUCO, 30 Sep. (Reuters/EP) -

Decenas de campesinos salvadoreños han tenido que abandonar sus casas para huir de la violencia desatada por las pandillas, algo que no ocurría desde los desplazamientos internos provocados por la guerra civil que desangró al país centroamericano 12 años.

Unas 20 familias de una recóndita zona rural del municipio de Caluco, a tan solo 57 kilómetros de San Salvador, se han convertido en los primeros desplazados internos que registra oficialmente El Salvador a causa de las amenazas de las pandillas.

La Mara 18 --una de las más poderosas-- ha matado en las últimas semanas a varios vecinos por negarse a colaborar con este grupo armado. "Mataron a mi hermano y decían que iban a terminar con toda la raza Barrientos", ha dicho una campesina de 40 años bajo condición de anonimato. "Mi esposo me dijo: 'la van a matar a usted también y me van a matar a mí'", cuenta, por lo que decidieron escapar.

Los campesinos han tenido que instalarse en el núcleo urbano de Caluco, en un albergue improvisado, el primero que se habilita en todo El Salvador para los amenazados por las pandillas, de acuerdo con la alcaldesa, Blanca Orellana.

"Son agricultores que están hartos de las rentas (extorsiones) y las amenazas", ha explicado Orellana a Reuters, haciendo hincapié en las limitaciones económicas con las que atienden a las cerca de 90 personas que han llegado al albergue.

Han cambiado sus casas y tierras por una cancha de baloncesto llena de colchonetas y protegida solamente por bolsas de plástico a modo de paredes y techo. "Allá ha quedado maicillo, el frijol", dice la mujer. "Quizás el venado ya se lo comió", lamenta.

Los desplazados internos eran ya un capítulo olvidado de la historia salvadoreña, restringido a la guerra que enfrentó al Gobierno y al Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) y que dejó 75.000 muertos y 8.000 desaparecidos.

Sin embargo, El Salvador ha vuelto este año a una espiral de violencia que ha dejado un número de homicidios comparable solamente con la época del conflicto armado. Los analistas explican que este repunte obedece al fin de la tregua que las pandillas declararon en 2012 y que pretenden retomar, esta vez, con el reconocimiento del Gobierno.