Actualizado 19/09/2016 18:39

Santos reconoce la responsabilidad del Gobierno colombiano en el exterminio de la UP

Juan Manuel Santos
REUTERS

BOGOTÁ, 19 Sep. (Notimérica) -

"Esa tragedia jamás debió haber ocurrido". Con estas palabras, el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, se disculpaba por el papel pasivo del Gobierno colombiano ante el asesinato sistemático de miles de militantes de Unión Patriótica (UP) tras un proceso de paz en 1985.

Lo ocurrido con UP fue uno de los temas principales en las conversaciones del Gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en la Habana. Con el referéndum que ratificará o no el acuerdo de paz a la vuelta de la esquina, el presidente no deja de dar garantías de seguridad al grupo terrorista, aseverando que nunca más un movimiento político sufrirá lo que sufrió UP.

"Debemos asegurar que todos quienes participan en política, incluido el nuevo movimiento que surja del tránsito de las FARC a la legalidad, tengan plenas garantías y absoluta libertad para manifestar sus opiniones políticas y ejercer la política en todo el territorio nacional", afirmó tajante el presidente Santos, según informa 'BBC'.

"La persecución de los miembros de la UP fue una tragedia que conllevó su desaparición como organización política y causó un daño indecible a miles de familias y a nuestra democracia", añadió también el mandatario.

La Unión Patriótica surgió tras un acuerdo entre el Gobierno del expresidente Belisario Betancur y varios grupos guerrilleros, entre los que se incluían las FARC. El objetivo era que pudiesen abandonar la lucha armada e incorporarse a la política. Durante este proceso de normalización, miles de sus miembros fueron asesinados, incluido su candidato a la presidencia Jaime Pardo Leal, muerto a manos de un sicario.

El exterminio de entre 3.000 y 6.500 miembros de la UP fue llevado a cabo por grupos paramilitares de extrema derecha, así como por narcotraficantes, ante los ojos y con la complicidad del Estado, que no hizo nada para evitarlo. El Consejo de Estado colombiano ha calificado el trágico suceso como "exterminio".