Actualizado 15/12/2014 15:00

El secuestro en una cafetería de Sidney, despierta el temor de ataque yihadista

Rehenes en cafetería de Sidney
Foto: TWITTER

SIDNEY, 15 Dic. (Reuters/Notimérica) -

   El centro de la ciudad australiana de Sidney está bloqueada desde esta mañana por la policía después de que un hombre armado entrara en una cafetería, tomara a un grupo de rehenes y les obligara a exhibir una bandera islámica, encendiendo los temores de un ataque yihadista.

   Las autoridades aseguraran que al menos hay un agresor armado implicado en el incidente en la cafetería Lindt, situado en el corazón del distrito financiero de la mayor ciudad de Australia, pero podría haber más.

   La policía, incluyendo fuerzas paramilitares, acordonó varias manzanas alrededor del local, mientras los negociadores trataban de desactivar una de las mayores crisis de seguridad en Australia desde hace décadas.

   Francotiradores y un equipo de intervención SWAT de élite tomaron posiciones alrededor de la cafetería y helicópteros de la policía sobrevolaban la zona.

   Al menos cinco rehenes fueron liberados o escaparon desde que comenzó el asedio a media mañana. Las imágenes mostraron cómo varios dependientes y clientes de la cafetería huían aterrorizados hacia los brazos de los agentes. La subdirectora de la Policía de Nueva Gales del Sur, Catherine Burn, no ha podido concretar el número de personas que se encuentran retenidas. "La Policía de Nueva Gales del Sur está trabajando metódicamente para resolver la situación", ha dicho. Además, ha explicado que están negociando con el secuestrador y ha pedido que no se entre en especulaciones.

   El secuestrador ha hecho llegar sus exigencias a varios medios de comunicación aunque la Policía ha pedido que no se difundan públicamente.

   En el interior del local se podían ver cerca de 15 rehenes, informó Chris Reason, un periodista de la emisora local Channel Seven, cuya oficina se encuentra enfrente del establecimiento.

   "Desde el interior de la redacción de Martin Place podemos ver que un hombre armado está rotando a los rehenes, obligándolos a pararse frente a las ventanas, a veces por dos horas seguidas", escribió Reason en Twitter.

   Por su parte,

MOTIVACIONES POLÍTICAS.

   El primer ministro, Tony Abbott, quien ya había advertido de planes para atacar objetivos en Australia, afirmó que existen indicios de que el secuestro de los rehenes tenga motivaciones políticas.

   "Este es un incidente muy perturbador. Puedo entender la preocupación y la ansiedad de la gente de Australia", dijo Abbott a la prensa en Canberra.

   Australia, un sólido aliado de Estados Unidos en su creciente ofensiva contra el Estado Islámico en Siria e Irak, está en alerta máxima por posibles ataques de musulmanes locales radicalizados o de combatientes que retornan de Oriente Medio.

   "Nos hemos movido a una posición que sería consistente con un acto terrorista", dijo a los periodistas Andrew Scipione, comisionado de la policía del estado de Nueva Gales del Sur, declinando comentar el posible móvil del suceso, el número de asaltantes o de rehenes.

   Imágenes en las noticias mostraron a los rehenes sosteniendo una bandera blanca y negra con un dibujo de la Shahada, un símbolo de la fe de los musulmanes. La bandera es popular entre grupos islamistas suníes como Estado Islámico y al Qaeda.

   El incidente ha obligado al desalojo de los edificios cercanos y ha causado conmoción en un país donde muchas personas, después de las amenazas de seguridad anteriores, tenían puesta ya la cabeza en las navidades.

   En septiembre, la policía antiterrorista australiana dijo que había frustrado un complot inminente para decapitar a una persona elegida al azar, y días más tarde un adolescente en Melbourne murió baleado después de atacar a dos agentes antiterroristas con un cuchillo.

   La cafetería está en Martin Place, un paseo peatonal muy popular entre los trabajadores para salir a comer, y que sería igualmente el lugar potencialmente elegido para la decapitación frustrada.

   "Posiblemente se trata de un lobo solitario que simpatiza con la yihad global o alguien con problemas mentales en busca de una causa", dijo Adam Dolnik, un profesor de la Universidad de Wollongong que entrenó a la policía de Sídney en negociaciones de rehenes. "Busca llamar la atención".

"BASTANTE RARO".

   Decenas de policías armados rodearon la cafetería después de que el asedio comenzó alrededor de las 09.45 hora local (22.45 GMT del domingo). En el área se ubica la sede del Banco de Reserva de Australia, bancos comerciales y está cerca del Parlamento estatal de Nueva Gales del Sur.

   "Me acerqué a la puerta y entonces todos estaban sentados y la puerta estaba cerrada, lo que es bastante raro porque nunca está cerrada y había un hombre caminando con un sombrero y una barba", dijo a la Australian Broadcasting Corp un hombre que se identificó como Bruno, un trabajador en la cafetería, en referencia al presunto atacante. Dijo que luego se alejó.

   Imágenes granulosas del sospechoso parecen mostrar a un hombre joven con una bandana y una camisa blanca.

   El Banco de la Reserva de Australia afirmó que su personal estaba resguardado y a salvo dentro de su edificio.

   El cercano consulado de Estados Unidos también fue evacuado, según una portavoz de la embajada, junto a la Ópera de Sídney.

   El ministro de Asuntos Parlamentarios de la India dijo que un profesional de ese país podría ser uno de los rehenes. "Se están dando todos los pasos necesarios. No queremos hablar de ellos porque hay informaciones de que uno de nuestros profesionales tecnológicos está allí", dijo Venkaiah Naidu.

CIERRAN BANCOS Y TIENDAS.

   En la mayor operación que se realiza en Sídney desde que una bomba en el Hotel Hilton mató a dos personas en 1978, los principales bancos cerraron sus oficinas en el distrito central financiero y se pidió a la gente que evite la zona. Al caer la noche, grandes partes del centro estaban desiertas.

   Los líderes musulmanes pidieron calma y el Consejo Nacional Australiano de Imanes condenó "sin ambages este acto criminal" en un comunicado conjunto con el Gran Mufti de Australia.

   Una oración interreligiosa en una de las principales mezquitas de Sídney se celebró de forma pacífica pese a las amenazas de protestas de grupos derechistas.

   Los operadores en los mercados cambiarios afirmaron que la crisis de rehenes podría haber contribuido a la caída del dólar australiano, que ya estaba bajo presión por la aversión global al riesgo en medio de una nueva caída de los precios del crudo.

   Varios medios aseguraron que fueron contactados por rehenes que les transmitieron exigencias y mensajes de su captor, incluida la posible presencia de explosivos en el edificio y en otras partes de la ciudad.

   La policía dijo que estaban al tanto de estos reportes, pero aseguró que la "situación está contenida en un área".

   El temor a un ataque islamista en Australia está creciendo desde hace más de un año, y la agencia de seguridad elevó su nivel de alerta terrorista a "alto" en septiembre.

   Ese mes, un portavoz del Estado Islámico instó a sus seguidores en las naciones occidentales, incluida Australia, a que ataquen a civiles y militares.