Actualizado 31/08/2016 13:02

El Senado de Brasil se encamina a votar a favor de la destitución de Rousseff

Senado de Brasil
REUTERS

   BRASILIA, 31 Ago. (Notimérica) -

   El Senado Brasileño se encamina este miércoles a votar a favor de la destitución de la presidenta suspendida temporalmente Dilma Rousseff, finalizando así el gobierno del Partido de los Trabajadores (PT) después de 13 años.

    Este martes, los partidarios de Rousseff se mostraron resignados ante la probabilidad de que más de dos tercios de los 81 escaños senadores votarán para condenarla por las acusaciones de haber violado las leyes de presupuesto del país.

   Un total de 67 senadores han estado presentes durante el juicio político, de los cuales solo cuatro han renunciado hablar. De estós,44 votos serían a favor de la destitución, 18 en contra y una abstención, tal y como recoge la 'Agencia Brasil'.

   Sin embargo, según informaciones del diario 'Folha de Sao Paulo', ya serían 54 senadores los que han manifestado que votarán por la destitución. Además, indica que habría 20 parlamentarios en contra y 7 indecisos, lo que supondría exactamente dos tercios de la cámara a favor de la destitución de Rousseff.

   Durante el discurso de menos de cinco minutos en el que el senador Romario (PSB) puso fin a la sesión de los senadores este martes, dijo que "es un momento triste cuando se decide dejar de aplicar a un presidente".

   "No voy apoyar cualquier medida para eliminar los logros sociales de los trabajadores, es por sus manos que van a salir de esta situación", añadió Romario, que defendió la necesidad de reforma y que no apoyará las propuestas que quieran eliminar los derechos y garantías sociales.

   La sesión de este martes duró casi 17 horas, incluyendo las líneas de defensa, la acusación y los discursos de los senadores, estos últimos duraron alrededor de 12 horas.

   Después de Romario, el presidente del Tribunal Supremo Federal (STF), el ministro Ricardo Lewandoski, quien modera el juicio político, explicó que la última sesión para votar la destitución de la Rousseff se reanudará este miércoles a las 11:00 (hora local). Se necesitan al menos 54 votos de los 81 senadores para conseguir la destitución de la mandataria.

   En esta última audiencia, Lewandowski comenzará con una visión general de los argumentos finales de la acusación y la defensa, seguidamente responderá a las preguntas de orden que pueden ser presentadas por senadores o por abogados de la votación.

   Esta previsto que el presidente del STF haga la siguiente pregunta tras el resumen: "¿Cometió la acusada, la señora Presidente de la República, Dilma Vana Rousseff, los delitos que se corresponden a los préstamos de una institución financiera controlada por la Unión y los créditos de apertura sin autorización del Congreso, que se distribuyen, y debe ser condenada a la pérdida de su oficina, dejando por tanto inhabilitado para el ejercicio de cualquier cargo público por un período de ocho años?".

   A continuación, asignará a dos senadores a favor de la destitución de Rousseff y otros dos que se opongan y tendrán cada uno cinco minutos para exponer sus razones.

   Tras finalizar los discursos, se procederá a la votación, que será nominal, pública y por medio de un sistema electrónico, por lo que el resultado se conocerá de inmediato. En el caso de que Rousseff fuese declarada culpable sería apartada de su cargo y inhabilitada para ejercer cargos públicos durante los próximos ocho años. De lo contrario, la mandataria volverá a asumir la presidencia de Brasil.

   En tanto, Rousseff, que ha sido la primera mujer presidente de Brasil, durante su defensa negó su implicación en los casos de corrupción y apuntó a que este proceso de destitución pretende proteger los intereses de la élite económica de Brasil.

   En el caso de que Dilma sea declarada culpable, el poder recaería en el exvicepresidente, Michel Temer, que está cumpliendo funciones de presidente interino desde el anuncio del juicio político en mayo, por lo que debería finalizar su mandato en 2018.

    Aunque Temer se ha comprometido a sacar a la economía de su peor recesión desde la década de 1930 y a poner en práctica medidas de austeridad para tapar un creciente déficit presupuestario, el actual presidente interino no se presenta ante un camino fácil ya que en el Congreso ya mostraron el rechazo para limitar el gasto público y reformar las pensiones.

   Además, su Gobierno también corre el riesgo de verse sumido en una investigación de sobornos en la petrolera estatal Petrobras, que ya salpicó a decenas de políticos de la coalición de Rousseff.