BAGDAD, 28 Sep. (Reuters/EP) -
Los atentados suicidas que causaron hoy lunes la muerte de al menos 13 personas en distintos puntos de Irak ponen fin a un periodo de relativa calma durante el mes santo musulmán del Ramadán.
Siete policías murieron y diez resultaron heridos en un atentado con un camión bomba de agua que fue detonado por un suicida junto a una comisaría de la provincia de Anbar, en el oeste del país, informó el comandante de la Policía Husein Alí desde Ramadi. La deflagración de los explosivos colocados en el camión cisterna, que transportaba agua, provocaron el incendio de varios vehículos y daños en el edificio oficial.
"Estábamos en el control (...) cuando, de repente, el camión cisterna de agua vino hacia nosotros. El conductor no se detuvo y rompió la barrera cercana al edificio antes de inmolarse", explicó un agente testigo de lo sucedido, Jasim Mohamed.
También hoy, tres pasajeros de un minibús que viajaba hacia Bagdad murieron al estallar una bomba colocada en el vehículo. Otras dos personas resultaron heridas en el incidente, ocurrido al norte de Diwaniya, al sur de la capital, informó la Policía. Previamente, fuentes oficiales dieron la cifra de seis fallecidos, pero finalmente el balance ha sido rebajado.
Más tarde, dos bombas consecutivas en el oeste de Bagdad, la primera colocada para provocar que se congregara la gente y la segunda para causar el máximo daño posible. Un total de tres personas murieron en el incidente, incluido el comandante de un batallón del Ejército iraquí con base en la capital.
También en Bagdad, nueve militares resultaron heridos en un atentado ocurrido en el distrito de Ghazaliya, según fuentes de la seguridad de la ciudad. Sin embargo, fuentes policiales indicaron que el número de heridos asciende a 28.