Publicado 02/11/2020 19:52

El 'sí' se impone en el referéndum constitucional en Argelia con un 67% de los votos y ante una escasa participación

Referéndum constitucional en Argelia
Referéndum constitucional en Argelia - Farouk Batiche/dpa

MADRID, 2 Nov. (EUROPA PRESS) -

El referéndum constitucional celebrado el domingo en Argelia se ha saldado con cerca del 67 por ciento de los votos a favor del 'sí', en medio de una participación históricamente baja que refleja el descontento de la población con el proyecto impulsado por el presidente, Abdelmayid Tebune, quien ha hecho de la revisión de la Carta Magna una de sus principales bazas políticas.

El presidente de la comisión electoral, Mohamed Charfi, ha indicado en rueda de prensa que los resultados provisionales apuntan a un apoyo al proyecto por parte del 66,8 por ciento de los votantes, según ha recogido la agencia estatal argelina de noticias, APS.

Así, ha señalado que un total de 5.636.172 personas han acudido a las urnas, 3.355.518 de las cuales han votado a favor de las enmiendas constitucionales, mientras que 1.676.867 lo han hecho en contra. Un total de 633.885 votos han sido nulos.

El referéndum ha contado con una tasa de participación del 23,7 por ciento, la más baja en la historia del país. El anterior mínimo se registró en diciembre, cuando Tebune accedió a la Presidencia tras unas elecciones en las que esta cifra fue cercana al 40 por ciento. Este dato fue del 50,7 por ciento en 2014 y del 74,56 por ciento en 2009.

Sin embargo, Charfi ha destacado que esta baja participación "no supone un problema, ni en el plano jurídico ni en el constitucional". "En la legislación argelina no hay un umbral que valide o anule un escrutinio", ha manifestado durante su rueda de prensa para anunciar los resultados.

"Teniendo en cuenta las condiciones en las que se ha celebrado el referéndum, una tasa del 23 por ciento es una muestra de la movilización popular por el cambio", ha señalado, tal y como ha recogido el diario 'Tout sur l'Algerie'.

Asimismo, ha detallado que la tasa de participación en el extranjero ha sido del 4,9 por ciento, una cifra que ha descrito como "honorable" debido a las "restricciones al desplazamiento impuestas en los países de acogida a causa de la pandemia de coronavirus".

Por otra parte, ha hecho hincapié en que únicamente se han registrado "incidentes menores" en algunas comunas durante la votación, "sin incidencia en el desarrollo del referéndum". Los resultados serán proclamados de forma definitiva por el Tribunal Constitucional, que deberá pronunciarse en un plazo de diez días.

EXPRESIÓN "REAL" DE LA VOLUNTAD POPULAR

Horas después del anuncio, la Presidencia ha destacado que los resultados son la expresión "real e integral" de la voluntad popular y la prueba de que Tebune "ha cumplido con sus compromisos".

Así, ha manifestado que los resultados "demuestran que la transparencia y veracidad del escrutinio han sido totales", antes de asegurar que "todas las elecciones serán la expresión de las aspiraciones de la población para su futuro".

La Presidencia ha hecho hincapié en que "los resultados están a la altura" dada la situación derivada de la pandemia. "En este momento histórico, los ciudadanos se han expresado nuevamente a favor de la unidad nacional, la credibilidad de las instituciones y la soberanía plena y total", ha destacado.

"Las aspiraciones para un cambio radical de la organización política, económica y social en nuestro países llegan en un momento en el que el mundo entero hace frente a una crisis multidimensional resultado de una pandemia duradera y recurrente que ha afectado a todas las esferas de la vida económica y social y que no ha tenido piedad con ninguna región del mundo", ha señalado.

Por otra parte, ha resaltado que la fecha de la votación "no fue una elección fortuita, sino el lazo natural con el pasado glorioso". El 1 de noviembre se conmemora el inicio de la Guerra de Independencia en 1954, conflicto que concluyó en 1962 con la independencia del país de Francia. De hecho, el lema de la campaña para el referéndum ha sido 'Noviembre 1954: Liberación. Noviembre 2020: Cambio'.

APUESTA DE TEBUNE

El nuevo texto constitucional comenzó a elaborarse tras la llegada al poder de Tebune a raíz de la dimisión en abril de 2019 del histórico líder argelino Abdelaziz Buteflika, tras semanas de movilizaciones a nivel nacional contra su intención de presentarse a un quinto mandato.

El presidente, quien tras su victoria en los comicios --rechazados por los manifestantes, que exigían la cancelación de la votación y la salida del poder de personas del círculo de Buteflika para un cambio real--, tendió la mano a la oposición y se comprometió a acometer una reforma de la Carta Magna para dar respuestas a las exigencias de la población.

Sin embargo, los manifestantes han criticado que las autoridades han mantenido las detenciones de activistas y la persecución de la disidencia y han denunciado que los cambios propuestos --que consolidan la figura del presidente y la del Ejército-- son insuficientes y no pasan de modificaciones cosméticas para dar una apariencia de democratización.

Tebune abogó por modificaciones "profundas" en el documento constitucional y creó en enero un comité de expertos encargado de presentar propuestas, en medio del escepticismo de manifestantes y oposición, también debido a que entre los mismos no ha habido representantes opositores ni de la sociedad civil.

Desde entonces, el mandatario se ha escudado en la reforma constitucional para presentar una imagen de cambio y ha realizado declaraciones ensalzando las movilizaciones contra Buteflika, al tiempo que ha denunciado en numerosas ocasiones los casos de corrupción y abuso de poder durante sus 20 años de mandato.

Reflejo de esta situación ha sido la ausencia de voces críticas en los medios de comunicación estatales, donde el mensaje oficial a favor de la participación y presentando la reforma como una respuesta a las demandas populares ha encontrado un importante altavoz.

LAS ENMIENDAS CONSTITUCIONALES

El proyecto plantea una serie de enmiendas a la actual Carta Magna e incluye en su preámbulo una declaración de intenciones sobre dar respuesta a las "aspiraciones de un cambio profundo a nivel político y social para la construcción de una nueva Argelia" durante las movilizaciones de los últimos meses.

En esta línea, incluye un artículo que obliga a las autoridades a respetar la Constitución en lo relativo a los derechos y libertades de la población y prohíbe cualquier limitación de la libertad de prensa, al tiempo que impide modificar el estatus del tamazight como lengua oficial y expande los derechos de las mujeres. Por otra parte, resalta que la legislación no debe impedir la libertad de creación de partidos políticos y sindicatos y recoge el derecho de los ciudadanos a presentar peticiones.

Sin embargo, las voces críticas han resaltado que la redacción de estos artículos es demasiado difusa y no fija unas limitaciones claras para proteger estos derechos, mientras que amplía el papel del Ejército, del que dice que "defiende los intereses vitales y estratégicos" del país y autoriza por primera vez que participe en operaciones de paz en el extranjero, algo achacado a la preocupación que genera la crisis en la vecina Libia.

Las enmiendas incluyen la limitación de los mandatos presidenciales a dos, sucesivos o separados y de cinco años cada uno, y exige que el mandatario nombre a un primer ministro salido del partido con mayor representación parlamentaria, si bien el jefe de Estado seguirá manteniendo amplios poderes y podrá elegir al Gobierno, a un tercio del Senado y a los altos cargos en el aparato de justicia y las fuerzas de seguridad.

Por último, refuerza las tareas de prevención y lucha contra la corrupción, incluida la declaración de bienes al final del mandato de todas las personas elegidas para cargos públicos, en un intento por dar respuesta a este problema, uno de los principales males que la población achaca a la cúpula política y económica, conocida como 'Le Pouvoir', especialmente durante la Presidencia de Buteflika.