Actualizado 05/08/2008 21:28

Sida.- Expertos internacionales analizan en México el rol de la fe como "arma de doble filo" en la lucha contra el sida


CIUDAD DE MÉXICO, 5 Ago. (EUROPA PRESS) -

La contribución de las organizaciones religiosas en el tratamiento y cuidado de los pacientes infectados por el VIH/sida puede actuar a veces como "un arma de doble filo" en la lucha contra la pandemia y los esfuerzos por prevenir su propagación. Esta fue una de las conclusiones que apuntaron los expertos internacionales que analizaron la relación entre creencias y sida durante una sesión especial celebrada en el marco de la XVII Conferencia Internacional sobre Sida que se celebra hasta el 8 de agosto en Ciudad de México.

Según ONUSIDA, el 70 por ciento de la población mundial se identifica como miembro de una comunidad de fe y pone la religión y a sus líderes espirituales en una posición privilegiada a la hora de decidir sobre sus comportamientos y actitudes.

En este sentido desarrollo su intervención el profesor de la Universidad Nacional de Australia Richard Eves, quien describió cómo en Papúa Nueva Guinea (Oceanía, donde la mayoría de la población es cristiana, la Iglesia juega un "papel clave" en el cuidado de los huérfanos y anima a sus fieles a realizarse la prueba del VIH.

Sin embargo, anotó, "cuando se trata de prevención, muchos líderes religiosos predican todavía que los infectados por sida del país lo están porque practicaron sexo o fueron promiscuos". "Otros líderes religiosos hablan sobre el sida usando una narrativa apocalíptica, ven esta enfermedad como una señal del fin del mundo", aseveró.

En 2007 la Organización Mundial de la Salud (OMS) informó de que las organizaciones religiosas eran en países como Zambia y Lesotho, las que se encargaban de cuidar y dar sus tratamientos a entre el 33 y el 40 por ciento de los pacientes con VIH/sida. De hecho, los autores de este informe calcularon que entre el 30 y el 70 por ciento de las infraestructuras sanitarias de todo el continente africano operaban gracias a estos grupo.

No obstante, la respuesta de la comunidad religiosa frente al VIH/sida no siempre es tan positiva, ya que los líderes y grupos religiosos son, en muchas ocasiones, factores que contribuyen con su acción a la estigmatización de los pacientes con esta enfermedad y a que se mantengan las actitudes negativas hacia las minorías sexuales.

Según Gabriela Rodríguez, del Consejo Nacional de Población (Conapo) en México, "tanto la sexualidad como la religión han jugado un rol esencial en la sociedad". "Sin embargo, en la historia reciente del mundo la iglesia, y en particular la Iglesia católica, ha desarrollado una regulación sexual que trata al cuerpo como un objeto sagrado y ve la sexualidad como impura", opinó.

Rodríguez dice que las religiones "intentan ignorar la realidad de la sexualidad adolescente y el hecho de que en muchas partes del mundo, muchos jóvenes con 15 años corren un grave riesgo de ser contagiados por el virus del sida". "Tenemos que separar los asuntos de fe de los del Estado, al igual que el Estado no debe interferir en las cuestiones religiosas", concluyó.