Actualizado 26/04/2008 04:42

SIP.- La SIP muestra su preocupación por las amenazas y agresiones contra periodistas en Uruguay y en México

MADRID, 26 Abr. (EUROPA PRESS) -

La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) expresó ayer su preocupación por las amenazas lanzadas contra dos periodistas del semanario 'Búsqueda' en Uruguay, así como las agresiones contra dos periodistas del rotativo 'El Diario de Sonora' en México.

Los periodistas Ismael Grau e Iván Kirichenko, del semanario 'Búsqueda' sufieron la semana pasada la humillación del presidente del Banco estatal de Uruguay (BROU), Fernando Calloia, quien les acusó y provocó.

Los profesionales habían acudido a la entidad para entrevistarle con motivo de la investigación de las acciones del banco para la cancelación de una deuda y de una medida de embargo aplicada en 1995 contra el vicepresidente de la República, Rodolfo Nin Novoa, a solo dos meses de haber asumido el cargo público en 2005.

Según publicó la edición del 24 de abril de 'Búsqueda', Calloia les gritó, les acusó de haber actuado "con mala intención" y les aseguró que "si no fuera porque no tiene más alternativa que 'respetar las reglas de juego de la democracia', dirimiría sus diferencias con ellos mediante un duelo".

El presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información, Gonzalo Marroquín, aseveró que "nos preocupan las actitudes de reprobación y amenazas de un funcionario público ante la información de interés general difundida en un medio de comunicación que a su vez le da tiempo igual para presentar sus argumentos".

Por otra parte, en México, el director general de 'El Diario de Sonora', Gustavo de la Fuente Mix, informó a la SIP sobre la agresión contra su corresponsal Martín Alberto Mendoza, en la ciudad de Altar, en el estado de Sonora, de varios sujetos con el rostro cubiertos por pasamontañas.

Tras la agresión, donde los periodistas resultaron heridos en los brazos y la cabeza, cuatro personas fueron detenidas. De acuerdo a la Procuraduría General de Justicia de Sonora, Juan Lira Ramírez, presuntamente vinculado al tráfico de indocumentados, sería el autor intelectual y habría pagado 5.000 dólares (3.198 euros) para asesinar a Mendoza.